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jueves, 4 de noviembre de 2010

Gordito simpático






“Suck it, National Obesity Epidemic”

3 comentarios :

Anónimo dijo...

muy cierto.. eso de escupir al cielo, sin embargo para los que tenemos el autoestima colgada de una báscula, es una lucha no sólo contra el mundo que te dice si fueras delgado te van a querer más, vas a tener trabajo, novia(o), y amigos (as), estamos a merced de la mercadotecnia y somos muy débiles, ellos ofrecen solución a lo que nosotros por años no hemos podido solucionar, luego escuchar comentarios como "gordibuena" "tamaluda" en el caso de las mujeres y panza chelera, en el caso de los hombres, tennis, anillos, pastillas, cremas, gel, talco todo lo que sea para ser "delgado" y merecedor de atención.. no de burlas.. se le saltaban las lonjas,..yo a tu edad no estaba tan gorda, tu ex tiene una novia mucho más bonita, es muy delgada y de repente en la tele en 5 mins esa panza se va!
nos venden la idea de que sólo los flacos y esbeltos son felices y caemos, caemos una y mil veces comprando todo a cualquier precio y costo.

alas30 dijo...

cual es el vacio que llenamos con la comida? que nos motiva atentar constantemente contra nuestra integridad y salud al adoptar solemnemente habitos que no hacen mas que aumentar la furia hacia uno mismo? de donde hemos aprendido a hacernos tanto daño? en que momento aprendimos a usar tan correctamente las armas que nos destruyen?

Anónimo dijo...

Me gusto mucho el texto pero me deja muchas dudas, me siento muy identificado en este circulo vicioso de verte gorda, ansiedad, querer comer, el atracon, la ansiedad por lo que consumiste, luego pasar hambres y andar de cuenta calorias, y salirte a correr a la cuadra, regresar con las piernas temblando con ganas de meterte un clavado en el refigerador! y otra vez te atascas de lo que te encuentras ¿Que podemos hacer ante la ansiedad de comer, y no solo comer pues yo podria comer una tonelada de lechuga, pero porque siempre se busca comer algo con miles de calorias. Luego la ansiedad de verte en el espejo, que nadie te voltea a ver, que tienes que usar tallas grandes, vas a las tiendas y nada te queda y regresar a casa llorando despues de haber visto a viejas flacas bien vestidas. Realmente despues de las mil y una dietas, gel, masajes, pastillas, laxantes, terminas pensando que fuiste condenada a ser gorda para siempre...