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viernes, 17 de junio de 2011

Decálogo del Heteroconfundido


 



  
“And it stoned me to my soul….”
And It Stoned Me 
Van Morrison

1. Contigo todo es muy tierno y cariñoso- El heteroconfundido alberga un profundo sentimiento de soledad y manifiesta una sensación de vacío[1] que lo debilita desde dentro.  Proviene de estructuras familiares en el que los roles de género se imponen de formas  agresivas (incluso con el empleo de violencia), los valores morales son restrictivos, se ocultan en formas religiosas ambivalentes y se viven al extremo ultrajantes. Regularmente el heteroconfundido,  pertenece a la tercera generación. En la primera generación se vivió (sufrió) una estructura matriarcal compensatoria y en la segunda  generación, un machismo reivindicativo.

2. Mi mamá es mi mejor amiga- El heteroconfundio es incapaz de  identificarse con unos padres ambivalentes que nunca dejaron de ser hijos - La “madre real” es una de las abuelas. Ella dicta las normas, los castigos y las excepciones a la norma sin criterios discernibles. El padre biológico tiene  “mamitis”, regularmente es violento y reivindicativo[2]. La madre biológica es hostil,  tolera poco la sexualidad del heteroconfundido y se vive como rechazante.  El heteroconfundido se siente traicionado por el padre biológico del mismo sexo con quien, durante la adolescencia, establece un “duelo a muerte”. No hay triunfo de ninguna de las partes. Lo que detiene el desarrollo del heteroconfundido en una  posición intersexual, a través de la cual trata de disociar su propio deseo y experimenta un interjuego entre el amor y la agresión.

3. Todas mis relaciones han sido estables y de mucho tiempo- Desde la adolescencia muestra un patrón de relaciones heterosexuales insatisfactorias. Regularmente se vive explotado emocionalmente o es víctima de abuso físico. Interpreta las relaciones del presente  con el filtro del pasado, por lo que reconoce estar atrapado en un círculo vicioso. Alberga una sensación de hastío emocional durante sus relaciones  y busca por todos los medios el reconocimiento y la aceptación.

4. ¿Qué se sentirá hacerlo con alguien cómo tú? (Dice sí, pero jamás dice cuándo)- Conscientemente envía señales homosexuales. Seduce. Le vende falsas esperanzas al homoconfundido[3]. Habla de la relación como si constituyeran una pareja e incluso puede mostrar celos -  Elheteroconfundido vive al homosexual (homoconfundido) como inofensivo, castrado, domado. Como a un amiguit@ al que puede erotizar sin que pase nada.

5. Por eso lo hacía... por miedo a perderte- El heteroconfundido muestra un profundo temor al abandono. Sabe que el homoconfundido le desea y emplea el deseo erótico como pelham y espuela[4].

6. Sí pero... ¡No!- ambivalencia histérica. Negación reiterada de las emociones y los sentimientos eróticos homosexuales (“Pareces niñ@”, “no soy gay”, “yo no soy así”, “soy niña”, “no eres mi novi@”) escisión del objeto del placer (“No me gustan las mujeres, pero me gustas tú”)

7. Yo pienso casarme y tener hijos... mi familia así me lo ha enseñado-Los heteroconfundidos obtienen un placer homosexual que no obtienen en relaciones heterosexuales. Sin embargo, terminan invirtiendo la relación de poder en busca de someter al homosexual, incauto, que se aproxima con la intención de mantener una relación homosexual heterosexualizada.

8. ¡Yo no tengo la culpa! es la primera vez que me pasa... se vale estar confundido - Establecen relaciones perversas parasitarias, donde sólo el heterosexual  se beneficia. Se muestran egoístas. Voraces. Poco empáticos con las necesidades del homoconfundido. Logran el sometimiento en base a socavar la integridad; incluso llega a pasearle  a otras parejas. El homoconfundido experimenta una profunda idealización y dependencia, con el heteroconfundido.

9. Sí fueras hombre (o mujer) seríamos felices- Se establece un  juego doloroso de la erotización a partir de lo que no es y nunca será. Afinidad en intereses y pasatiempos. “No eres como los hombres, sabes lo que necesito”. Convivencia e intimidad. Tiempo y calidad. Amistad, es una relación acogedora y comprensiva, sin embargo, el otro espera el ejercicio de la sexualidad.


10. Tu novio es un buen tipo... ¡Lo odio!- Luchas sádico-sádicas. El homoconfundido mantiene una intensa envidia a las parejas heterosexuales del heteroconfundido, por medio de una desvalorización defensiva. El heteroconfundido minimiza el intercambio erótico que "ensaya" con el homosexual. El homosexual se frustra y experimenta enojo en estas relaciones ambivalentes. El heteroconfundido  hace todo lo posible por sabotear la relación y al sentirse abandonado, seduce de nuevo.





Prólogo

Superman es un ícono norteamericano. Un rasgo preponderante de su personalidad es la seguridad. Dotado de superpoderes  no le teme casi a nada e incluso infunde respeto a sus iguales metahumanos. A finales de los años cuarenta, Superman se enfrenta a un simple estafador que de primeras no presentaba reto alguno para el hombre de acero. La diferencia la marcó la kryptonita, que decoraba el llamativo turbante que lucía el mencionado villano y que provocaba la absoluta impotencia de Superman [1].

Me permito  emplear esta viñeta que podría parecer tan frívola pero considero necesaria  para explicar el fenómeno que actúa como Kryptonita en las relaciones humanas de carácter homosexual, los Heteroconfundidos, ya que solo un Homoconfundido se puede enganchar en este tipo de relaciones.








La Ilustración pertenece a la colección de LeLarve:
  
"SIN TITULO”
TÉCNICA: Gráfica.
http://lelarve.blogspot.com/




[3] Solo un Homoconfundido se relaciona con un heteroconfundido.

jueves, 16 de junio de 2011

Decálogo del Heteroconfundido



  “And it stoned me to my soul….”
And It Stoned Me 
Van Morrison




1. Contigo todo es muy tierno y cariñoso- El heteroconfundido alberga un profundo sentimiento de soledad y manifiesta una sensación de vacío[1] que lo debilita desde dentro.  Proviene de estructuras familiares en el que los roles de género se imponen de formas  agresivas (incluso con el empleo de violencia), los valores morales son restrictivos, se ocultan en formas religiosas ambivalentes y se viven al extremo ultrajantes. Regularmente el heteroconfundido,  pertenece a la tercera generación. En la primera generación se vivió (sufrió) una estructura matriarcal compensatoria y en la segunda  generación, un machismo reivindicativo.

2. Mi mamá es mi mejor amiga- El heteroconfundio es incapaz de  identificarse con unos padres ambivalentes que nunca dejaron de ser hijos - La “madre real” es una de las abuelas. Ella dicta las normas, los castigos y las excepciones a la norma sin criterios discernibles. El padre biológico tiene  “mamitis”, regularmente es violento y reivindicativo[2]. La madre biológica es hostil,  tolera poco la sexualidad del heteroconfundido y se vive como rechazante.  El heteroconfundido se siente traicionado por el padre biológico del mismo sexo con quien, durante la adolescencia, establece un “duelo a muerte”. No hay triunfo de ninguna de las partes. Lo que detiene el desarrollo del heteroconfundido en una  posición intersexual, a través de la cual trata de disociar su propio deseo y experimenta un interjuego entre el amor y la agresión.

3. Todas mis relaciones han sido estables y de mucho tiempo- Desde la adolescencia muestra un patrón de relaciones heterosexuales insatisfactorias. Regularmente se vive explotado emocionalmente o es víctima de abuso físico. Interpreta las relaciones del presente  con el filtro del pasado, por lo que reconoce estar atrapado en un círculo vicioso. Alberga una sensación de hastío emocional durante sus relaciones  y busca por todos los medios el reconocimiento y la aceptación.

4. ¿Qué se sentirá hacerlo con alguien cómo tú? (Dice sí pero jamás dice cuándo)- Conscientemente envía señales homosexuales. Seduce. Le vende falsas esperanzas al homoconfundido[3]. Habla de la relación como si constituyeran una pareja e incluso puede mostrar celos -  El heteroconfundido vive al homosexual (homoconfundido) como inofensivo, castrado, domado. Como a un amiguit@ al que puede erotizar sin que pase nada.

5. Por eso lo hacía... por miedo a perderte- El heteroconfundido muestra un profundo temor al abandono. Sabe que el homoconfundido le desea y emplea el deseo erótico como pelham y espuela[4].

6. Sí pero... ¡No!- ambivalencia histérica. Negación reiterada de las emociones y los sentimientos eróticos homosexuales (“Pareces niñ@”, “no soy gay”, “yo no soy así”, “soy niña”, “no eres mi novi@”) escisión del objeto del placer (“No me gustan las mujeres, pero me gustas tú”)

7. Yo pienso casarme y tener hijos... mi familia así me lo ha enseñado- Los heteroconfundidos obtienen un placer homosexual que no obtienen en relaciones heterosexuales. Sin embargo, terminan invirtiendo la relación de poder en busca de someter al homosexual, incauto, que se aproxima con la intención de mantener una relación homosexual heterosexualizada.

8. ¡Yo no tengo la culpa! es la primera vez que me pasa... se vale estar confundido- Establecen relaciones perversas parasitarias, donde sólo el heterosexual  se beneficia. Se muestran egoístas. Voraces. Poco empáticos con las necesidades del homoconfundido. Logran el sometimiento en base a socavar la integridad; incluso llega a pasearle  a otras parejas. El homoconfundido experimenta una profunda idealización y dependencia, con el heteroconfundido.

9. Sí fueras hombre (o mujer) seríamos felices- Se establece un  juego doloroso de la erotización a partir de lo que no es y nunca será. Afinidad en intereses y pasatiempos. “No eres como los hombres, sabes lo que necesito”. Convivencia e intimidad. Tiempo y calidad. Amistad, es una relación acogedora y comprensiva, sin embargo, el otro espera el ejercicio de la sexualidad.

10. Tu novio es un buen tipo... ¡Lo odio!- Luchas sádico-sádicas. El homoconfundido mantiene una intensa envidia a las parejas heterosexuales del heteroconfundido, por medio de una desvalorización defensiva. El heteroconfundido minimiza el intercambio erótico que "ensaya" con el homosexual. El homosexual se frustra y experimenta enojo en estas relaciones ambivalentes. El heteroconfundido  hace todo lo posible por sabotear la relación y al sentirse abandonado, seduce de nuevo.


Prólogo

Superman es un ícono norteamericano. Un rasgo preponderante de su personalidad es la seguridad. Dotado de superpoderes  no le teme casi a nada e incluso infunde respeto a sus iguales metahumanos. A finales de los años cuarenta, Superman se enfrenta a un simple estafador que de primeras no presentaba reto alguno para el hombre de acero. La diferencia la marcó la kryptonita, que decoraba el llamativo turbante que lucía el mencionado villano y que provocaba la absoluta impotencia de Superman [1].


Me permito  emplear esta viñeta que podría parecer tan frívola pero considero necesaria  para explicar el fenómeno que actúa como Kryptonita en las relaciones humanas de carácter homosexual, los Heteroconfundidos, ya que solo un Homoconfundido se puede enganchar en este tipo de relaciones.




La Ilustración pertenece a la colección de LeLarve:

  "Sin titulo”

TÉCNICA: Gráfica.

http://lelarve.blogspot.com/