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miércoles, 28 de diciembre de 2011

La (H)Era de los Celos




There's a lady who's sure all that glitters is gold
And she's buying a stairway to heaven.
When she gets there she knows, if the stores are all closed
With a word she can get what she came for.
Stairway to Heaven – Led Zepellin[1]

En la mitología griega, Hera desde los tiempos más remotos, aparece como la principal Diosa de Argos[2], ciudad griega que tras sobrevivir a la invasión aria de los Aqueos[3] se asentaron paulatinamente en dicho territorio sin poder desarrollar su cultura religiosa. Los Aqueos se encontraron con un culto religioso profundamente arraigado a las estructuras sociopolíticas, económicas y culturales dedicado a la Diosa Hera. En una estratagema político eclesiástica casaron a Hera con el principal Dios aqueo Zeus, lo cual no modificó la estructura gubernamental sino que fortaleció a la Diosa Madre y gestó el primer matriarcado.

La organización matriarcal desplazó a un quinto
estrato el dominio viril, pues confirió, sin calcularlo, cuatro atributos de lo femenino:

· Mujer como Virgen.
· Mujer como Esposa.
· Mujer como Madre.
· Mujer como Viuda.

El Estado viril representado por Zeus fue castrado. Hera se fortaleció como Institución y no se sometió nunca a la voluntad de Zeus. Ella siempre conservó su altivo carácter independiente – por encima de Dioses y hombres – Diosa mujer, estética, hermosa y madura; una deidad erótica, deslumbrante, delicada y fértil; con el poder de gobernar la tierra y el cielo, ejercer juicios, conceder el perdón y ejecutar castigos cruentos; autónoma y dominante.

Sin embargo, para mantener el equilibrio genérico, al ritmo de los ciclos lunares, algunas versiones narran que dominaba el goce a través de efímeros placeres eróticos con Zeus. Después de los cuales, en similitud a encrespamiento de la marea lunar, Hera es retratada como colérica, destructiva, tirana y vengativa (lunática). Para establecer un juicio crítico, en la mayoría de los relatos clásicos ella aparece como la víctima de las constantes infidelidades de Zeus, sin embargo los castigos que ejercía sobre él y sus amantes, segunda fuente de su goce erótico, la hacen parecer sádica, perversa y cruel.

Con el fin de controlar las andanzas de Zeus, Hera contó con Argos, un monstruo de cien ojos, símbolo alegórico de la vigilancia que realizan los celos. En definitiva, hasta la estructura más sólida tienen su punto de resonancia capaz de derrumbarlas. Los celos dominaron a Hera a tal grado que estuvo en peligro el dominio del Olimpo. Para no perder el control del Gobierno, ante una sociedad misándrica a punto de sublevarse, Hera se confabula con Poseidón y mientras Zeus duerme lo encadena y esclaviza nuevamente.

En la geometría de las divinidades, una divinidad castrada no lo será por la eternidad. Cuando Zeus es liberado desata su ira en contra de Hera y de sus hijos, la humilla en público, la somete a pena corporal y a partir de ese momento los inmortales no osaron discutir su Gobierno.

Recapitulando el análisis de la Encuesta sobre Salud Emocional en la Pareja[4] hemos resaltado tres variables que actúan como un solo fenómeno: celos; sensación de no ser escuchados; descalificaciones, la acumulación de enojo, resentimientos, infidelidades e incluso violencia. Cabe destacar, que el 66% de los participantes, fueron varones. Ante estos resultados es menester evaluar el rol que juega la mujer en este tipo de fenómenos.

Walzlawick y cols[5] establece que la violencia de pareja es simétrica, es decir, la situación se generó en situaciones de desafío. La mujer inicia la discusión que terminaba en violencia física masculina[6]. Las discusiones desencadenantes eran los celos, el dinero, denigrar el rol de proveedor y el abandono de la familia. El varón trata de sobrevivir al arranque de ira guardando silencio, cambiando de habitación, encendiendo el televisor. La mujer responde demandando respuestas, emiten mayor número de reclamos verbales que desencadena un escalada de violencia verbal. Los varones responden con conductas no verbales (ignorando los reclamos, gestos de fastidio, burla e inconformidad). Insistir en el comportamiento verbal y ante una respuesta no verbal refuerza la agresión y actúan como conductas retroalimentantes.

Como preludio a la violencia, el varón despliega agresividad en contra de objetos, tensa los maxilares y cierra los puños. Como último recurso intenta abandonar el lugar. Ante la huída, la mujer interpone el cuerpo, pues le preocupa que su pareja realice conductas impulsivas que pongan en riesgo su integridad. El hombre al verse atrapado, verbaliza la ira y actúa la violencia contra sí mismo pateando y destruyendo objetos hasta causarse daño o en contra de ella por medio de empujones, jaloneos, cachetadas o golpes con el puño. Finalmente el varón rebasa la escalada simétrica, pues la fuerza física es superior y la evidencia del ejercicio de daño físico se vuelca contra él en forma de culpa o vergüenza y cesa el ataque.

En conclusión, desde el mito de Hera y Zeus, observamos que cuando las funciones sintéticas que le permiten operar como una unidad la comunicación se escinde y actúa en dos niveles, digital y analógico, con lo que el desafío surge al intentar traducir las conductas al leguaje del otro. Al fallar las funciones de integración en la pareja la comunicación adquiere contenidos incongruentes con el aspecto relacional, lo que provoca, que el emisor no articule el mensaje correcto y el interlocutor no identifique. Para finalizar: la violencia verbal de la mujer es una forma de manifestar su enojo e inconformidad con su pareja o en realidad llegar a una solución del problema. En contra sentido, el varón la conducta no verbal es una especie de “tiempo fuera” para no dañar más la relación o era una franca actitud de desinterés o fastidio, que dan resultado a discusiones interminables, estériles y sin solución apropiada. Al final ambos quedan atrapados en un laberinto, tratándose de encontrar y perdiéndose tras cada intento de recuperarse.

Agradeceré los comentarios y críticas al respecto de este texto.




[1] Stairway to Heaven Live
[2] Argos_(Grecia)
[3] Aqueos (pueblo)
[5] ISBN 9788425412059
[6] Informe mundial sobre la violencia y la salud 

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