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jueves, 17 de diciembre de 2009

Terapia desapaciguante para el tratamiento de los trastornos adictivos.


La terapia del apapacho y la sobadita de lomo hace de los adictos pacientes profesionales. Se requiere acotar su comportamiento y establecer paradojas personales para que modifiquen su conducta adictiva.

Más del 80% de los individuos que sufren adicciones fallan en su tratamiento ya que manifiestan alteraciones neurológicas que alteran la capacidad de insigth y presentan disminución de la conciencia de sí mismo lo que les impide evaluar la severidad de su trastorno.

Una revisión exhaustiva de literatura científica al respecto reporta alteraciones en:

a)La ínsula que contribuye a funciones como la interocepción, la conciencia de sí mismo y activa la apetencia incontrolable por las drogas.

b)El cíngulo anterior que contribuye a funciones como el automonitoreo, la capacidad de selección de lo que es conveniente para su organismo (lo que establece una seria desventaja en las personas que abusan de sustancias psicoactivas ya que por más daño que provoquen no dejarán de consumirlas).

c)El núcleo estriado dorsal que participa en la formación de hábitos.

El daño de estos circuitos neuronales interrumpe señales que habitualmente le indican la existencia de problemas en los seres humanos, por lo que sus conductas autodestructivas pueden llegar a no preocuparles en lo más mínimo. Emocionalmente no comprenden las implicaciones de su situación y no establecen contacto con el daño que genera las consecuencias de dichas conductas. Cognitivamente el proceso de pensamiento, aprendizaje, reconocimiento y memoria está alterado por lo que son incapaces de aprender de las consecuencias del consumo de sustancias.

Para incrementar la eficacia del tratamiento de los trastornos afectivos es necesario identificar si existe presencia de estas lesiones. Posteriormente se busca la corrección farmacológica y se establece un tratamiento psicoterapéutico que consiste en asociar la emoción a la cognición, lo que en la mayor parte de los casos genera angustia, pues es complicado comprender el grado de daño que se han y han causado. Una vez que el paciente abandona su zona de confort se sella el camino de regreso a ella a través de hábitos de vida, conciencia situacional y reconocimiento emocional, de sí mismos y del medio. Logrado esto último, se suspende el tratamiento farmacológico y en algunos casos el individuo puede acceder nuevamente al consumo de sustancias de una forma controlada.

La dificultad de este tipo de tratamiento es que las personas que consumen sustancias lo hacen por el placer que estas generan y muchas veces no toleran “la fase desapaciguadora” inicial del tratamiento. Bien decía mi abuela “no hay borracho que trague lumbre” ni codependiente que se lo permita.


Dr. Félix Aranday Cortés
Psiquiatra especialista en adicciones


martes, 15 de diciembre de 2009

ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS ES INEFICAZ ANTE EL PANORAMA ADICTOLÓGICO MEXICANO





El programa de los 12 pasos que plantea la abstinencia como “cura” se aleja del estilo de vida del 75% de los mexicanos

En México existen más Grupos de Alcohólicos Anónimos (AA) que Iglesias Católicas. Esto se interpreta desde dos vertientes. La primera, el grave problema de salud publica que ha representado el alcoholismo desde el siglo pasado y la incapacidad de las instituciones de asistencia pública para atender esta grave emergencia. Ante ello, la población civil se organizó y generó estos grupos de autoayuda que le hicieron frente al problema. Desgraciadamente actualmente el alcoholismo es la principal causa de muerte en adolescentes y adultos jóvenes.

La reciente Encuesta Nacional de Adicciones reporta que los Grupos de AA son el primer contacto de personas que reconocen tener problemas con su forma de beber. Antes de ir al médico ó a alguna instancia de salud mental acuden a un grupo de autoayuda, y solo el 15% permanece dentro del programa. ¿Qué sucede? McLellan en el 2000 reporta que el principal problema de los grupos de 12 pasos es que el programa promueve tres condicionantes para formar parte del grupo: aculturación, adopción de dogmas espirituales y altruismo. Estos condicionantes muchas veces no son congruentes con la realidad de los usuarios y mucho menos con la realidad socioeconómica de nuestro país. Por ejemplo, en México, desgraciadamente muchos de los grandes negocios, acuerdos y ascensos “se cierran en las cantinas” y ello segrega a los nuevos usuarios (aquellos que tienen menos de tres meses en el programa), que decir de las ofertas de diversión nocturna y formación de redes sociales.

AA como comunidad es un método que funciona ya que promueve cambios en el carácter de los que asisten regularmente, sin embargo estos cambios dependen de que los usuarios sigan asistiendo. Actualmente existen nuevas opciones de tratamiento que no se basan en la abstinencia ni en la sectarización como cura, si no que ponen énfasis en solucionar lo motivos que llevan al sujeto a abusar de sustancias, en el cambio de conductas que llevan al consumo compulsivo y a la detección de trastornos como la depresión y la ansiedad que refuerzan el alcoholismo. Estos tratamientos con bases medicas neuropsicológicas tienen el objetivo de integrar al individuo libremente a un mundo real donde pueda desarrollar su potencial plenamente.

No abandones tu estilo de vida, nosotros te ayudamos a convivir con seguridad….

Dr. Félix Aranday Cortés
Psiquiatra especialista en adicciones
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