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lunes, 22 de agosto de 2011

Caso 1. Mujer, cigarro y sueño




Se trata de Frannia mujer de 27  años. Su personalidad tiende al perfeccionismo y la aprehensividad.  Es administradora de una firma de arquitectos, por lo que realiza demasiados viajes al interior de la república y tiene una carga importante de responsabilidades  pues le cuesta mucho trabajo delegar.

Su pareja reporta que emite un ligero ronquido por  lapsos no mayores de 15 a 25 minutos, cuatro noches a la semana. No presenta  movimientos violentos, sólo los habituales de acomodarse o buscar el lado fresco de la cama. Su pareja reporta que las grandes cargas laborales y de estrés que implica su actividad  laboral le ocasiona enojo, angustia e irritabilidad, además tiende a ponerse sentimental fácilmente. Cuando esto sucede incrementa notablemente el consumo de tabaco.


Respuesta:




Concentraciones bajas de nicotina en la sangre pueden ocasiona una ligera sedación y relajación por lo que el fumar un cigarrillo puede propiciar el sueño en una persona con angustia. Sin embargo, cuando los niveles de nicotina se elevan, el efecto sedante es reemplazado por sensaciones de excitación y agitación provocadas por un efecto colinérgico sobre los receptores nicotínicos. Hay  cierta variación entre las personas, pero la vida de la nicotina es de una a dos horas. El fumar más de un cigarrillo cuando falta menos de una hora para irse a dormir puede retrasar el inicio del  sueño, pero el insomnio que aparece más tarde, en la noche, no es probable que sea originado por este cigarrillo. Los grandes fumadores se quejan de dormir menos bien que los no fumadores, pero puede haber otras variables importantes que complican el análisis. En promedio, el sueño de un fumador dura 30 minutos menos que el de un no fumador.

La supresión de la nicotina tiene diferentes efectos y puede provocar tanto somnolencia como excitación cortical. Esta última ocasiona la falta de sueño que frecuentemente acompaña a aquellos que abruptamente reducen su alto consumo de cigarrillos, pero esto solamente persiste por dos o cuatro noches.

Al fumar, la nicotina y los productos de la combustión como el talio y el polonio se acumula en los tejidos y provocan la activación de sustancias que generan inflamación (citoquinas, enzimas, activa la acumulación de ácido araquidónico, ácidos polinsaturados). Estas sustancias aceleran la formación de ácidos polinsaturados lo que promueve las infecciones virales y bacterianas, los músculos faríngeos se inflaman disminuye el diámetro en aproximadamente un 20% y con ello  la oxigenación, lo genera un círculo vicioso[1]. La exposición al humo del tabaco se asocia con un aumento del riesgo de los ronquidos y la apnea (periodos en los que se deja de respirar)[2], lo que puede ocasionar dolores de cabeza matutinos. Por lo tanto, podría anticipar que la inflamación derivada del tabaquismo, es la causa del tipo de ronquidos que reporta la pareja de Frannia.


Al respecto del “enojo, la angustia e irritabilidad y el ponerse sentimental fácilmente” se ha reportado que el tabaquismo asociado con el incremento de los mediadores de la inflación genera que fluctúen los niveles de cortisol en la sangre, el óxido nítrico y las interleucinas lo que incrementa la percepción subjetiva de ansiedad y depresión, fatiga, irritabilidad, dolores musculares difusos  y deterioro de la calidad de vida[3].

La recomendación para Frannia es que se acerque con un especialista para dejar de fumar. En México, en el 018009112000 existe un programa, vía telefónica para dejar de fumar.

Seguiré contestando los correos al cuestionario http://arandaymd.blogspot.com/2011/08/preguntas-para-el-companero-que.html  




Como siempre agradezco su confianza.


[1] PMID: 15543094 [PubMed - indexed for MEDLINE]
[2] PMID: 17658298 [PubMed - indexed for MEDLINE]
[3] PMID: 21602422 [PubMed - in process]