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lunes, 11 de marzo de 2024

Yo nací un día

Yo nací un día 
que Dios estuvo enfermo. 

Todos saben que vivo, 
que soy malo; y no saben 
del diciembre de ese enero. 
Pues yo nací un día 
que Dios estuvo enfermo. 

Hay un vacío 
en mi aire metafísico 
que nadie ha de palpar: 
el claustro de un silencio 
que habló a flor de fuego. 

Yo nací un día 
que Dios estuvo enfermo. 

Hermano, escucha, escucha... 
Bueno. Y que no me vaya 
sin llevar diciembres, 
sin dejar eneros. 
Pues yo nací un día 
que Dios estuvo enfermo. 

Todos saben que vivo, 
que mastico... y no saben 
por qué en mi verso chirrían, 
oscuro sinsabor de ferétro, 
luyidos vientos 
desenroscados de la Esfinge 
preguntona del Desierto. 

Todos saben... Y no saben 
que la Luz es tísica, 
y la Sombra gorda... 
Y no saben que el misterio sintetiza... 
que él es la joroba 
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes. 

Yo nací un día 
que Dios estuvo enfermo, 
grave.

- César Vallejo.