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lunes, 2 de febrero de 2015

Emociones, Parte 2





Baruch Spinoza, heredero crítico del cartesianismo somete los postulados de Descartes sobre el sistema perceptual afectivo a criterios racionales e incorpora la geometría y la matemática a la demostración ético metodológica. Establece que la percepción se rige por leyes que ejercen sobre el sujeto mecanismos externos de carácter físico y la determinan al someter la respuesta interna neurofisiológica y neuroendócrina. Esto determina la naturaleza de las percepciones y afirma que todo acontecimiento responde a una causa y, una vez dada esa causa, el acontecimiento ha de seguir sin lugar al azar o a la contingencia. Ante tal tesis determina al sujeto a experimentar pasiones directas, tales como “el deseo, la aversión, la tristeza, la alegría, la esperanza, el miedo, la desesperación y la confianza” que son el resultado de la asociación directa del placer y el dolor, el bien y el mal como aspecto o cualidad de cierto objeto que se imprime sobre el sujeto. La alegría, por ejemplo, es la impresión inmediata o directa del