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lunes, 11 de junio de 2012

Hera, Zeus y Eco: El triángulo de la celotipia.




What a wicked thing to say, you never felt this way.
What a wicked thing to do, to make me dream of you and,
I want to fall in love…
Chris Isaak - Wicked Game[1]

Eco era una mujer joven de una belleza y una gracia sublimes. Su físico envidiable acompasaba un despliegue de gozo y alegría. Mantenía un trato gentil y un diálogo siempre afable: “de su boca salían las palabras más bellas jamás nombradas … las palabras ordinarias se oían de la forma más placentera”[2]. Hera [3], su madre, muestra una fascinación especial. Concibe a su hija como una extensión glorificada de sí misma y la encarnación de “lo que siempre quiso ser”. Eco simboliza la voraz sed de renacer de Hera, el deseo de huir, de fundirse en una nueva piel con una delicada y renovada gracia. Eco es deseable, amable, envidiable. Su madre le trata como a un objeto sexual. Los lazos entre ellas se cargan de un erotismo intenso. Conforman una