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viernes, 30 de abril de 2010

Enfermedad vs Trastorno


La mayor parte de los pacientes, incluyendo los pacientes “adictos” a drogas duras, se oponen activa y pasivamente al empleo de medicamentos psiquiátricos (psicofármacos) argumentando que “no quieren depender de un medicamento” o “que ellos pueden solos de la mano del Poder Superior”. Desgraciadamente, en la mayoría de los casos, esta negación se basa en dogmas del siglo pasado, en información sin sustento científico ó en argumentos anecdóticos provenientes de algún pariente el cual abusó de forma irresponsable de estos medicamentos. El resto de los pacientes que se oponen a un tratamiento psicofarmacológico pretenden probar autocontrol y autodeterminación, basándose exclusivamente en la fuerza de voluntad como la solución a un fenómeno complejo.

Actualmente hay estudios que demuestran que es mucho más sencillo que los pacientes con cáncer acepten quimioterapia y radioterapia a que un paciente con adicción se decida a emplear psicofármacos para tratar la abstinencia. Una de las explicaciones más consistentes es el poco entendimiento de esta tipo de padecimientos. Esto se debe a que los trastornos mentales no sacan ronchas ni tumores. La enfermedad mental no tiene objeto. Por ejemplo, un oncólogo al final de una resección puede mostrarle “El Tumor” a su paciente y a través de la confirmación visual se