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jueves, 12 de diciembre de 2013

Maltrato Infantil 3. Depresión Materna

Field en 1984, reportó que los niños de las madres deprimidas mostraban menos expresiones faciales positivas y más expresiones negativas y comportamientos de protesta. En 1985 estudió a infantes de 4 meses de edad de 12 madres con problemas durante el embarazo, y notó que se encontraban más somnolientos y molestos, y menos relajados y contenidos durante una interacción de 10 minutos.

Lyons-Ruth et Al, encontraron que altos niveles de depresión eran relacionados en un año con un desarrollo mental y motor pobre, valorado con las escalas de Bayley.

El desarrollo temprano del apego seguro en la vida es la clave que
influencia las representaciones del niño (a) de sí mismo(a) y otros.

Los niños de madres con depresión posparto muestran menos afecto para compartir, una disminución del comportamiento interactivo, menor concentración y más respuestas negativas. También menos sociabilidad con extraños.

Las estrategias de un apego inseguro involucran principalmente; minimizar la expresión del apego (estilos evitativos), o maximizar dicha expresión (estilos ansioso/enredados). Estas estrategias se relacionan con comportamientos maternos identificados, respectivamente, como distantes y privativos, o intrusivos y punitivos, comportamientos que son muy comunes en las madres con depresión y en aquellas que viven en condiciones de adversidad social: clase social baja y desempleo, ser soltero o vivir en compañía de otro, tener menos apoyo y menores contactos sociales y más experiencias disruptivas en la infancia .

Se ha observado una asociación del estilo del apego adulto con la depresión (Hammen et al, 1995; Gerisma y Lutejin, 2000) y la vulnerabilidad asociada con la depresión, como pobre apoyo y experiencias adversas en la infancia (Muller y Melieuz, 2000).

El mal apego se asocia tanto con depresión perinatal como postnatal. En las mujeres con estilos evitativos, se observa más el comienzo de la depresión durante el embarazo, y en aquellas con estilos ansiosos la depresión se manifiesta en el postparto.

Para las mujeres con estilos ansiosos, un bebé en el útero puede colmar necesidades para cercanía enmarañada y para el miedo de separación, las cuales pueden ser amenazadas por separaciones breves del recién nacido, incrementando así los niveles de los síntomas posparto. También presentan más dificultad en satisfacer figuras de apoyo cuando existe competencia para tener la atención del bebé. Esto lleva a celos y conflictos con la pareja y/o con otras personas cercanas que atiendan al bebé.

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