A Woman to left lonely. Parte 2.

"A woman left lonely is just a victim of her man, yes she is when he can't give up his whole world, no she's got to do the best that she can...." Janis Joplin Llegó 20 minutos tarde lo cual no es habitual en ella. Guardé silencio. Observé sin expectativa y sin memoria. Janis miraba a través de la ventana recorriendo el atardecer que se apaga entre tonos azul violáceos. La penumbra que inundaba el consultorio hacía notar su rostro aún más pálido. El delineador negro alrededor de sus ojos me daba la impresión de lágrimas negras. Tenía la sensación de que algo estaba muriendo en ese instante. Sin mirarme rasga el silencio y consigna – “me gustan los hombres feos” - y nuevamente se sumerge en el silencio. Yo tenía la sensación de no existir, probablemente si saliera de la habitación ella no lo notaria. Aguardé y minutos después dijo “No me importa que sean feos pero me molesta que mis amigas me lo digan”. Consideré que se trataba de una representación de la construcción devaluada del hombre ó una proyección de si. No dije nada. Terminó el tiempo. Me pregunto ¿Qué son los hombres feos?, ella escribió anteriormente algo que me puede permitir aproximarme a la respuesta: “Los hombres insensatos e incongruentes [que] hablan y hablan y no terminan de hablar de las chicas, sí [se las chingaron] –son unas putas- sí no lo [lograron] –son unas estúpidas-”. Los “hombres feos” son aquellos que pertenecen a un grupo de sumisión adolescente inconcientemente homosexual. A través de esa pertenencia son y dejan de ser. “Hablan y hablan y no terminan de hablar de las [putas que se chingaron]” pues así niegan ser “putos”y desvalorizan su deseo anal. En el otro caso, sí no logran chingarse a una vieja “el grupo se los chinga” a través de burlas hostiles y sobreviene un deseo de vengarse de la “puta que los rechazó” ó solucionar la reyerta a “putazos”. Esta conducta propia de los adolescentes se presenta en “hombres” de 30, 40 ….. 80 años. Luís Miguel González, director editorial del periódico El Economista, comenta “Se agotó la paciencia. El siglo XIX y buena parte del XX se vivió el paradigma del minero, ahora estamos con el de los surfeadores”. Al respecto Alessandro Barico, en su libro Los Mutantes escribe “el minero encarnaba una forma de estar en el mundo, donde el esfuerzo sostenido permitía acceder a las profundidades y obtener el material que se convertía en una piedra preciosa. El sudor y la perseverancia era fundamental para conseguir los objetos del deseo. La profundidad era el lugar donde radicaban las cosas más valiosas. Todo esto se volvió anacrónico, dice Baricco. El Surfeador ha sustituido al minero. No es profundo ni esforzado, tampoco va más allá de la superficie: quiere fama, cortoplacismo y chicas". Jack Welch decía: “el cielo puede esperar, pero el mundo no. Los resultados tienen que darse pronto” así que en la actualidad se clona al ganado para que “crezca pronto”, se somete a las aves a alimentos hipernutricios para que se “desarrollen de prisa” y lanzamos al mercado “hombres feos” enplena adolescencia a "chigarse al que se deje". A este respecto el Dr. Dan Kiley describió síndrome de Peter Pan para designar “adultos” pueriles, inmaduros social y psicológicamente que enarbolan y presumen de actitudes agresivas, rasgos de rebeldía, cólera, irresponsabilidad. Sin embargo refieren un gran vacío emocional, se muestran dependientes a una figura materna, y no aceptación del envejecimiento (metrosexuales), son manipuladores, micromachistas son de demasiada “fiesta”, no toleran la soledad y comúnmente abusan de alcohol y otras drogas. Poseen una gran seducción infantil dirigida a mostrarse como huérfanos y ser adoptados y las mujeres los adoptan. ¿Qué nos queda? preguntó Janis. Hasta este momento no lo sé. Probablemente podríamos iniciar distinguiendo a los "hombres feos" y no adoptarlos. Nada bueno sucede en ese tipo de relaciones. Por otra parte ¿que tan feo soy como hombre? sería una pregunta congruente para establecer un autoanálisis equitativo. Hasta este momento creo se trata, citando a Otto Kernberg, “que una pareja enamorada desafíe la siempre presente envidia y el resentimiento de los excluidos (el grupos de los adolescentes Peter Pan)… y que cuando esta relación amorosa evolucione alcance estabilidad que que transforme el enamoramiento en capacidad de ternura, preocupación por el otro, identificación y empatía”. Seguiré esperando en silencio... Continúa... La ilustración pertenece a  Ritsuka Okazaki (Ritsu)