Compartir

lunes, 20 de abril de 2015

Afirmación


"El amor es el remedio contra todos los malos augurios"
Milan Kundera.

I

Estimado Doctor Aranday:


Considero que es usted un excelente médico y una excelente persona, también un amigo ,un consejero, y alguien que apareció en mi vida, en uno de los momentos de mayor incertidumbre.


Como si Dios se hubiera encargado de que me llegara su teléfono cuando estaba buscando ayuda profesional. 


El mundo de las drogas, me era ajeno, aun cuando consulté la literatura y asistí a conferencias durante mi desempeño como madre y como maestra. Usted me enseñó a lidiar con esa vida de horror de los adictos y los codependientes y me acompañó en ese proceso de entender y de hacer lo mejor para él y para mi, como codependiente.


Su preocupación y seguimiento del proceso,va mas allá ,de lo que uno recibe,de otros médicos. Siempre me sorprende con su interés y sus atenciones para con sus pacientes. Además de su dominio y conocimientos de todo lo que es propio de estas situaciones de enfermedad.


Aprecio infinitamente su ayuda. Le deseo un Feliz Cumpleaños y una larga vida llena de satisfacciones con su familia y su trabajo Espero poder seguir contando con su amistad y ayuda profesional en los años que aún me quedan.


Sinceramente

María Marta ST.

II

Siempre he pensado que las cosas pasan por algo en el momento adecuado. Estoy segura que el momento en que entré por primera ves a ese consultorio y te conoci significó el comienzo de una nueva etapa de mi vida , fue el comienzo de algo que ahora construyo día a día. Sin ese empujón que necesitaba y encontré contigo no hubiera sido lo mismo... 


Gracias,

Jimena SA.

III

Gracias por ser el Mejor. :)


Feliz Cumpleaños! Dr. Aranday. Le escribo estas

lineas para compartirle lo importante que ha sido en mi vida, tal vez nunca se lo he dicho pero el día que lo conocí, cambio mi vida.

Fue la decisión más difícil, porque era enfrentarme a mis sombras, conocerme y querer a mi peor enemiga, Yo.


Recuerdo muy bien ese día, fui su última cita, y con el profesionalismo que lo caracteriza me escucho y tomaba nota, revisaba mis escalas, ese día no tuve el valor de verlo a los ojos, mi total falta de seguridad y autoestima eran evidentes. Me sentía totalmente desesperanzada, triste, lastimada, herida, frágil, sin rumbo. Al salir de hablar con usted, me sentí tranquila, sensación extraña en mí.


La segunda cita, no fue tan sencilla, porque me enfrentó a mis padres, llevaba años encapsulando todo el dolor, haciendo como que no pasaba nada, respondiendo bien, cuando me sentía mal. Distanciándome del dolor que me provocaba, esa niña que desde que tiene memoria, fue violentada por ambos padres. ¿Cómo es posible, que pase eso? ¿Qué no son los padres las personas que cuidan y protegen a sus hijos del exterior? ¿Qué no son los padres los que ayudan a los hijos, a ser la mejor versión que pueden ser? Seguramente los hay, ese no era mi caso. Asumirlo es difícil, sigo trabajando en ello.  

En las siguientes sesiones hablamos de trabajo y pareja. Fue donde todo se puso más difícil, no podía explicarle como me esforzaba en ser una mediocre en mi trabajo, en no estar al cien en colocarme en el plano central de victima en donde sentía que no me daba mi lugar por la experiencia laboral y académica que tengo. En donde llevaba 4 años, en el mismo lugar y en el mismo puesto, como si el escritorio determinara el tamaño del cargo era una más, de las que ganan lo mismo en promedio que los otros. Si esa era yo.

Cuando llegamos al ámbito personal, me solté a llorar, y recuerdo que casi me acabo su caja de kleenex, me sentía hastiada, fastidiada, me sentía atrapada. Si debo reconocer, todos tenemos la pareja que queremos, porque ahora entiendo que yo me esforzaba en buscar al verdugo indicado. ¿Por qué cómo era posible de que de todos los hombres buscara al mismo tipo?. El clásico, micromachista que no me daba nada, pero como pedía. Si, el que se quejaba de todo, y me culpaba como si fuera responsable de él. Usted me dijo, como era posible que siendo, una profesional, con experiencia, independiente económicamente, me relacionara con alguien así. Algo que a usted le sonaba tan obvio, a mí me parecía normal. No conocía otra forma de relacionarme, todo era a través de la violencia, en todas sus facetas, como si fuera mi obligación que me lastimaran.


Su tarea no fue fácil. Me habían roto en todos los sentidos que tuvo que armar con los pedazos que había. Y llego el día en que todo colapso. Me decidí a terminar con mi pareja, tal vez más por supervivencia que por otro motivo, pero lo hice y usted estuvo ahí, para mí, me hablo de la forma más tranquila y amorosa que podría hablar un padre, si el que nunca tuve.


Esos días fueron claves, y usted estuvo para mí, en cada momento, y paso algo extraño. Como por arte del destino, todo empezó a cambiar. Me dieron un ascenso profesional que me comprometió a estar al cien por ciento en mi trabajo, no tenía manera de pensar en otra cosa, ni en nadie más. Me motivo que las cosas mejoraran y empecé a hacer cosas extrañas como el tener mascota, el salir a disfrutar del parque que estaba a unas cuadras de mi casa, y a disfrutar de la tranquilidad de mis fines de semana, sin peleas, sin lugares odiosos, o acciones obligadas.


Si me di la oportunidad de disfrutar mi bellísima soledad. No hay nada más hermoso que el poder disfrutar de un café a media tarde, en algún museo, en algún restaurante, en algún lugar extraño. De esa sensación de liberación, como si hubiera cargado cadenas toda la vida, y gracias a usted las fuera destruyendo, y me sintiera más ligera, más libre, más yo.


Después de prácticamente un año de conocerlo. Le puedo decir, que usted cambio mi vida, como pedía que me amaran, si yo no lo hacía. Como pedía mejor trabajo, si a todas luces demostraba que no podría con la responsabilidad.


Ahora entiendo que las cosas no cambian, cambiamos nosotros. Gracias Dr. Aranday, por ser el mejor.


PD. Conocí al que creo que es el hombre mas loco y apasionado por la vida, creo le daré una oportunidad, me siento feliz, tenia usted razón no todos son iguales, si los hay, solo hay que estar lista para dejar entrar al indicado.

Nallely LR


IV

Doc.

Primero muchas felicidades anticipadas.


Segundo, el embarazo va muy bien, ayer tuvimos cita con la doctora y ya se ve la vida saltando.


Tercero, le escribo mi punto de vista y me gustaría dejar que Bianca escriba su sentir independientemente. Y me gustaría compartir contigo y en el blog las siguientes palabras.


El ser humano es increíble, es una máquina perfecta llena de virtudes y defectos para reparar. Tenemos movilidad, pensamientos, sentimientos, fuerza, miedos y una infinidad de atributos y errores que la vida entera es poca para describirlos.


Somos tan increíbles que nos creemos omnipotentes, capaces de resolver cada situación, siendo autosuficientes con nuestras herramientas para arreglar aquello ante nosotros mismos o de los demás, es un error. Costumbres acarreamos, donde a los hombres nos enseñan a ser el más fuerte y no llorar y a las mujeres llorar y ser débiles. Increíbles somos…


Somos capaces de guardar nuestras manos y no levantar por lo menos un dedo para pedir ayuda y/o un consejo. Tan fabulosos somos, que nos damos cuenta de nuestras áreas de oportunidad pero podemos ocultarlas días, meses y años enteros. Y en el lecho de muerte solo un suspiro revela aquel arrepentimiento cuando ya es demasiado tarde.


Y a su vez es tan difícil conservar una idea, una creencia, afianzarse como mujeres u hombres, no claudicar a pesar de las dudas y críticas internas y externas. Es tan difícil decirse frente al espejo, ¡creo en ello! Pero sobre todo luchar paso a paso, ser orgulloso con la capacidad de perdonar, descartando todo aquello nos hace daño. Al contrario, nos encanta claudicar y simplemente desacreditar sin conocer las historias detrás. Ser valiente para pelear a muerte por lo que uno ama.


Peor aún, tener ojos y no darnos cuenta que si alguien nos da su palabra, empeña su nombre, es más fuerte que cualquier documento y la traición a ello, sí, eso sí no se debe perdonar…


Afortunada o desafortunadamente no tengo referencia para decir si el Doctor Félix Aranday es bueno o malo, no. No puedo decir si con alguien más los resultados hubieran sido más rápidos o menos dolorosos, tampoco. Pero puedo decir, que me atreví a levantar la mano y pedir ayuda, su ayuda y tan sencillo como que con su pequeña ayuda, como una calza en una puerta, hoy reencuentro al amor de mi vida, que me ha dado irónicamente el regalo más hermoso de la vida y es la vida misma…9 semanas de embarazo y ayer pude ver ya en una simple pantalla a la vida saltar…


Saludos.

Christian

V

Mi querido Doctor, hoy quiero expresarte lo importante que eres para mi, he cumplido 10 años en recuperación y tu fuiste quien sembró en mi la ilusión de una nueva vida sin drogas, con tu profesionalismo y amoroso pero firme proceder, aun recuerdo que me dijiste que iba a salir adelante y que un día me darías de alta, hiciste que confiara en ti y en que podía recuperarme, cuando escuche que no me querías como paciente de por vida, se fue el miedo a tener que estar medicada y atada a un psiquiatra, aunque eso sucedió has estado conmigo siempre que te he necesitado, tener un profesional como tu honesto y preparado para manejar una adicta ahora en recuperación es seguridad y me da paz, te agradezco con el corazón tu presencia hoy y siempre, con todo cariño y respeto para quien sin saber me mostró un nuevo camino.
Mildred V


VI

Siempre que platico con mi mejor amiga, le digo que el haberlo conocido me ha ayudado a ver mis defectos que antes no veía y que el hecho de no verlos me hacían daño sin saber. También he aprendido que soy más sensible de lo que pensé, cosa que es bueno saber; así como a darme cuenta que tengo una fuerza y disciplina que me ha mantenido en pie. Si usted no me hubiera hecho ver todo esto no sé dónde estaría ahora, he encontrado en usted un amigo confidente que me escucha, aconseja con honestidad y eso no es fácil de tener hoy en día! Me hace sentir segura como Soy.
Nadia L

VII

Antes que nada felicidades!!! Por una vuelta mas al sol!!!

Deseándote lo mejor para ti y por que solo a ti por que tu me enseñaste que no es necesario estar bien con nadie mas que con uno mismo, ya lo demás viene por añadido y por consecuencia cósmica si así lo quieres ver, para mi Karma.


Te considero mi amigo o hasta como un hermano y por qué hermano por que me podré enojar y llorar por lo que me dices pero al final se que quieres lo mejor para mi. He de confesarte que me han dado ganas de salir corriendo durante nuestras sesiones, pero un jalón de orejas muchas veces es necesario.


No me queda mas que agradecerte por que sin tu ayuda no me habría dado la oportunidad de tomar este segundo chance que la vida y tus consejos me dieron logrando así la mayor felicidad para mi en estos momentos, estar embarazada y ser la mama del hijo o hija de un ser humano extraordinario, mi esposo, compañero, amante, confidente, Christian.


Este camino habría sido muy escabroso de andar o aún más sin tu ayuda.


Mi familia y yo estamos eternamente en deuda. 


Gracias amigo.

Bianca

VIII

Hola Doc, le dejo mi aportación al blog. 

¿Quién podría confiar o sentirse cómodo en la primera sesión con su psiquiatra?


Él, alto, de presencia imponente e impecable y de mirada profunda, yo temerosa, tímida y sí, en ese entonces un poco fuera de mi, así, transcurrieron las primeras consultas, bombardeo de preguntas, con respuestas cortas y reservadas, hasta que un día....segura que no aprobó o creyó alguno de mis razonamientos, se quedó mirándome en silencio por un largo e incomodo tiempo, esperando y esperando y esperando, pero ¿esperando qué? Claro!!! una respuesta sensata, porque lo que dijo a continuación, cambió la dinámica de cada cita.


"Yo soy tu psiquiatra, no tu pediatra, te equivocaste de persona si piensas que me vas a engañar, debes de asumirte como una adulta y dejar de dar excusas".


Nunca olvidaré esas palabras que me sacudieron y me sacaron de mi zona de confort, para empezar por fin a hacerme responsable de mis actos y dejar de compadecerme.



Después de más de un año de terapia, sí, aunque tal vez no sea usual ni apropiado, sentía que tenía un "amigo", pero sobre todo un confidente en ese personaje tan singular que a veces me hacía sentir lo peor cuando me regañaba por mi manera de vestir y que otras me elevaba el ego tanto que, salía del consultorio con una sonrisa sintiéndome la mujer más feliz del mundo. Cambió mi apariencia, ya que al no sentirme derrotada y abandonada, ahora ya me preocupaba mi aspecto físico, desde luego que también bajé de peso y lo más importante es que ya no necesito empastillarme.

Ahora "no" soy una persona totalmente nueva, el Doc, sólo me devolvió la confianza en mí misma y me enseñó a encontrarme con las personas correctas para no depender de nadie ni tener relaciones destructivas.


Gracias Doc!!!


¡Feliz Cumpleaños!

Maria Lucía RM


IX

Hola Dr. Aranday:

Hoy, con motivo de su cumpleaños, quisiéramos tener las palabras precisas, que de antemano sabemos nunca contendrán el significado suficiente, para poder expresar nuestro sincero agradecimiento por haber atendido con sumo profesionalismo y humanidad la salud de nuestra querida hija.


A lo largo del proceso, en el que nos ayudó a transitar de la angustia a la esperanza, nos pudimos percatar de su perseverancia, su preocupación y su sincera entrega ante el reto que representaba el caso.


Para nuestra buena estrella pudo Usted resolver, gracias a sus conocimientos, su indoblegable carácter y la incondicional disposición de su tiempo, lo que apuntaba a ser uno de esos casos, en los que sabemos la gente se resigna a aceptar el futuro incierto ante la complejidad de la situación.


Damos gracias a Dios, en el que plenamente confiamos, por habernos conducido a través de quien ya sabía de su profesionalismo para con absoluto convencimiento y sin ningún titubeo recomendara a Usted como el mejor para atender el caso.


Gracias Dr. Felix por entregar de vuelta la paz a los corazones de toda la familia y en particular a los de nosotros dónde, debe Usted saber, ocupa un lugar muy especial. Pero sobretodo gracias, muchas gracias, por darle la certeza de salud a nuestra siempre niña.


Le deseamos con afecto y agradecimiento un merecido feliz cumpleaños y que siga cumpliendo más para que sean muchos los pacientes que reciban la bendición de su ayuda.

Sus amigos Lupita y Cristóbal

X

Aranday llegó a mi vida como un trueno, repentina y estrepitosamente. Haciendo ruido y cuestionando y alterando todo lo que conocía hasta el momento. Llegó a cambiarme el esquema, a hacerme ver la vida desde otra perspectiva, a ayudarme a entender el por qué de muchas cosas y a aceptar los retos, pero más que nada a conocerme y aceptarme a mi misma. Conocerlo fue un shock, literal. Nunca me había encontrado con un personaje como el, tan directo, cínico y descarado. Ahora me río! En ese momento no me pareció tan gracioso, pero comencé a aceptarlo y hasta a quererlo por ser así! Creo que todos necesitamos de un Aranday en nuestra vida, alguien que nos diga las cosas sin reservas, así, como son! Alguien que nos dé un par de bofetadas y nos haga reaccionar y ver la realidad.

Hoy agradezco el haberte encontrado y aprecio infinito tu aportación a mi vida, has hecho grandes cambios y has despertado a una persona de la cual hoy me siento orgullosa.


Feliz cumpleaños!

Lizbeth B


XI

Mi Estimado Félix:

Definitivamente, eres una de las personas más auténticas que he conocido, déjame decirte que es la primera vez que alguien me avisa que va a ser su cumpleaños, me pide que por favor le mande un regalo y no me invita a la fiesta…jajaja!!!!!


Hablando en serio, primero que nada, te quiero decir que antes de considerarte como mi Médico o Terapeuta, te considero como un AMIGO. Y como dicen por ahí: “a los amigos los cuentas con los dedos de una mano y te sobran dedos”.


Lamentablemente, NO nos conocimos bajo las mejores circunstancias, sino en un momento crítico en mi vida y lo único que recibí de tu parte fue Entendimiento, Comprensión, Esperanza y Ánimo para salir adelante.


Sin ti, mi vida personal y matrimonial, probablemente se hubiera descarrilado y sin embargo, con tu apoyo incondicional me salvaste la vida, me cambiaste la manera de ver las cosas y de “postre” hasta me ayudaste a dejar de fumar.


Tu Capacidad y sobretodo tu Profesionalismo son admirables, gracias por ser mi Psiquiatra pero sobre todo gracias por ser mi AMIGO. A lo largo de estos 14 meses me has demostrado, tanto dentro como fuera del consultorio, que independientemente del día o la hora, siempre podré contar contigo.


Muchas Felicidades!!!!!

Oscar

XII

Iba a cumplir 40 años y algo pasó, todas las noches me despertaba a las 3 de la mañana sudando, con el corazón latiendo fuerte, mi brazo izquierdo ardía, al principio tomé algunas pastillas para dormir, de las que venden en las tiendas naturistas, tomé diferentes tés, recé, conté ovejas, nada servía, mi claridad mental y mis nervios iban de mal en peor.

En algún momento fui a ver a Felix Aranday, recuerdo que al principio me parecía muy joven y quizá inexperto, me ponía a llenar un cuestionario tras otro, me hacía preguntas y me dejaba hablar, me diagnosticó depresión, me recetó algunas medicinas que al principio me mareaban, pero poco a poco me empecé a relajar y a sentir más vivo, más alegre, ya podía dormir.


Después de un tiempo me fue reduciendo la dosis de medicinas, cambiando alguna, hasta que por fin dejé de tomarlas y mi vida estaba bastante bien. La depresión se había ido pero me había dejado a un amigo, no exagero, algunas veces fui a consulta solo para saludarlo, platicarle de mi vida, de mi familia, del trabajo. Como buenos amigos, a veces el que escucho soy yo, me ha prestado libros que han llegado en el momento oportuno, a veces me da las últimas citas para que podamos platicar a gusto, sin límite de tiempo, nos gustan los mismos temas.


En los últimos años, la depresión ha regresado un par de veces, reconozco los síntomas, voy a ver a Felix, me receta y en pocos meses dejo las medicinas, ya me sé el caminito.


En casi 10 años de conocernos, también hemos pasado por momentos muy amargos, especialmente cuando mi hija murió, ella también tenía depresión, pero el tema era mucho más complicado, ella era adolescente y su caso mucho más complicado, Felix la atendió varios años junto con algunos psicólogos, ella había terminado su tratamiento y por fin estaba disfrutando la vida. En su mejor momento, sufrió una violación y todo se vino abajo, ella decidió quitarse la vida.


Recuerdo que ese día le llamé por teléfono a Felix, yo no sabía, pero el estaba celebrando el cumpleaños de su hija, a pesar de eso, se desplazó más de 200 kilómetros para acompañarnos, fue muy reconfortante contar con su presencia, fue muy valiente al asistir al funeral.


¿Qué significa mi amistad con Felix?, confianza y seguridad, saber que tengo de mi lado a una persona a la que le importo, a un profesional muy atinado en sus tratamientos que además es mi amigo.

Alfredo P.


XIII

HOY QUIERO DECIR GRACIAS!


GRACIAS A QUIEN EN ESOS MOMENTOS DE SOLEDAD, DESESPERACIÓN, TRISTEZA Y ANGUSTIA.


ME TENDIÓ LA MANO Y SUPO ESCUCHARME MÁS NO APAPACHARME; MOTIVARME MÁS NO OBLIGARME; ACONSEJARME MAS NO JUZGARME; MOSTRARME EL CAMINO MÁS NO ANDARLO CONMIGO.


ATREVERME SIN DESAFIAR,INTENTAR SIN CLAUDICAR,CAER Y VOLVERME A LEVANTAR, FRACASAR Y SIN RENDIRME NUEVAMENTE COMENZAR. VALORARME, QUERERME Y CONFIAR EN MÍ.........CREER EN MÍ!! HOY SÉ QUE NADA ES FÁCIL, NI SIQUIERA TIRAR LA TOALLA O AVENTAR TU VIDA POR LA VENTANA.


HACE FALTA VALOR!! EL MISMO VALOR PARA QUERER VIVIR, PARA DECIR YA BASTA, DATE CUENTA QUÉ ES LO QUE HAS HECHO DE TI? HOY VIVO CONSIENTE DE QUE NADA ES PARA SIEMPRE, LO ACEPTO Y LO ASUMO......PASA LO QUE TIENE QUE SUCEDER, YO NO PUEDO CAMBIAR LA REALIDAD PERO SI PUEDO CAMBIAR MI ACTITUD ANTE LOS HECHOS O LAS SITUACIONES QUE VIVO DÍA A DÍA.


NO FUE FÁCIL ACEPTAR MIS ERRORES Y MUCHO MENOS CAMBIAR PERO HOY SÉ QUE POR MAS OBSCURA QUE SE PRESENTE LA NOCHE, POR MAS FUERTE QUE SOPLE EL VIENTO, POR MAS DENSA QUE SEA LA NEBLINA, SIEMPRE VA AMANECER, LA LUZ APARECERÁ.


LA CALMA LLEGARÁ....Y EN EL HORIZONTE LA MAGIA INICIARÁ!!


GRACIAS POR AYUDARME A CREER EN MI Y POR AYUDARME A CAMBIAR. HOY SOY FELIZ , ME AMO A MI MISMO Y AMO LA LIBERTAD!!


MUCHAS FELICIDADES!!

Toño F.


XIV

Apreciado Dr. Félix:


Hace 4 años aproximadamente, tuve que recurrir a la ayuda de un médico especialista para tratar de controlar los cambiantes estados de ánimos (entre otras cosas) que padecía con mucha frecuencia, debido a situaciones en mi entorno de vida que yo, por ignorancia o falta de experiencia nunca las relacioné, y en consecuencia tampoco mejoré, más bien empeoré con la atención, así que me vi forzada junto con mi familia a cambiar de médico.


Sin embargo, dice un refrán mexicano que “No hay mal que por bien no venga…”, y ahora así lo creo, porque he tenido el privilegio de conocer al “Doctor Félix Aranday”, quien, en el tiempo que tengo de ser su paciente, he recobrado la autoestima, el buen ánimo, el júbilo, el sentirme bien física y mentalmente, la buena relación con mi familia, en fin, la vida misma, pero me siento agradecida con la vida y desde luego con Dios por haber encontrado al “Doctor Félix Aranday”, porque cuando asisto a las consultas clínicas, siento más bien que estoy visitando a un buen amigo y a un excelente consejero en quien he depositado toda mi confianza.


Gracias por su paciencia, por confiar y creer en mí, por estar ahí en las buenas y en las malas siempre que lo he necesitado, sin importar la hora o el día.


¡Feliz cumpleaños!, recibe un gran abrazo.

MaryJo


XV

Estimado Félix,


Hoy, el día de tu cumpleaños, me das la oportunidad de escribirte lo que no dije el día de nuestro primer encuentro: “Mucho gusto”. Y la verdad es que realmente es un gran gusto y un enorme placer para mí de conocerte. A pesar de aquellas circunstancias, estoy muy contenta que nuestros caminos se cruzaron ese viernes en febrero.


Sé, aunque no me queda ninguna memoria pero eso se siente, que desde el primer momento has tenido mi bienestar y también el de Óscar hasta arriba en tu lista de “misiones” (No me gusta está palabra, pero no encuentro la adecuada. Una disculpa por mi falta de vocabulario.)


¡Y ni era tu paciente! Pero no he dudado ni un instante de mi decisión para elegirte como mi psiquiatra.


Aparte de ser mi médico, te considero un amigo y me has demostrado de ser mi amigo!


Después de muchos años de estar en tratamiento con colegas tuyos, me di cuenta que mi psiquiatra no es un simple proveedor de recetas médicas!


Tú eres un hombre que demuestra un interés no sólo como profesional pero también como ser humano, en mí como mujer, como individuo, como otro ser humano. Sabes escuchar verdaderamente… tanto lo que te platico como lo que me quisiera guardar a veces. Me das consejos, me consuelas, me pones en mi lugar cuando lo amerito, me ofreces todo tu apoyo y ayuda hasta en situaciones que no pertenecen a tu especialidad, me animas, me cuidas; a veces logro ser exasperante y no comprendo (o no quiero comprender?) lo que me quieres decir, pero no te das por vencido hasta que estés seguro que sí entendí tu mensaje; han habido unos obstáculos en nuestra relación pero has hecho un gran esfuerzo para aclararlos y desaparecerlos; has estado conmigo en momentos muy difíciles de mi vida, pero también has aceptado mi invitación para compartir conmigo la hora de satisfacción y felicidad.


Todo esto lo haces como el experta dedicado a su vocación que eres y te felicito! Pero ADMIRO que más que nada lo haces desde el corazón y con el corazón! 


Félix, te deseo un muy feliz cumpleaños en compañía de tus seres queridos! Pásatela a todo dar!


Te mando un fuerte abrazo y saludos afectuosos.

Karin

XVI

Querido Félix:


Estoy segura que ya eres el héroe de tus hijos, como lo eres para mi. No solo salvaste mi vida, si no me enseñaste a vivir la de manera significativa, me enseñaste a darle un propósito a cada una de mis acciones, a cuidar de mi misma a decir NO cuando no estoy de acuerdo con alguien o con algo, a cerrar y abrir puertas "solo las que yo quiera" y afrontar de manera responsable lo que venga.


He tenido muchos retos que afrontar pero el más grande fue enfrentarme a mi misma y dejarme guiar por un profesional, para poder vivir mi propia vida con dignidad y amor hacia mi persona. recuerdo que como tu paciente no quería faltar a ninguna de mis sesiones, pues cada una era una lección de vida y con ello me iba llenando de herramientas para enfrentar el mundo de haya afuera, me sentí acompañada por ti.


Algunas veces tuviste que ser duro con migo y tuve que ser fuerte y no "tirar la toalla", también fuiste tierno y un caballero, llore, reí, soñé, afronte mis más grandes miedos....hoy soy una mujer más que nada LIBRE en toda la extensión de la palabra, lucho por lo que quiero, he pasado pruebas difíciles y trato de darme cuenta de cuando caigo en patrones y programaciones mentales del pasado,he cometido errores, por mi condición humana y es aquí donde he aplicado el conocimiento y las lecciones que aprendí de ti Félix.


Hoy te digo por tu nombre, te considero un maestro y amigo, que aunque a distancia y donde quiera que vaya estas y estarás presente en mi vida, pues eres como una brújula que se implanto en mi mente y en mi corazón.


Estoy y estaré agradecida eternamente contigo. GRACIAS!!.


FELIZ CUMPLEAÑOS!!


P:D. Te escribo este texto con mucho cariño y aprecio.

Maricela CG

XVII

Para una gran persona:

Gracias por darme un tiempo de su tiempo, por no solo escuchar mis problemas y darme un gran apoyo, por enseñarme el valor del entendimiento y brindarme herramientas para salir adelante ante cualquier situación, por ser una persona que me levanta de una vida que yo no quería; gracias por ser esa persona generosa y humilde y sobre todo el ser humano que hay en usted, por tener esa necesidad imperiosa de ayudar.


Podría proclamar muchas más cosas de usted por perder el miedo a ser un extraño y marcar con peculiaridad la vida que hoy he decidido vivir. 


No deje perder su esencia y no se olvide de ser siempre ese extraordinario ser humano.



Atentamente:
Lidia

XVIII

Para ti Doctor Félix Aranday:


“No se nos permite apreciar en toda su magnitud nuestra propia Divinidad,
ni valorar la grandeza de nuestro destino y el glorioso futuro que se
 abre ante nosotros, porque si así fuera, la vida no sería una prueba y
 no involucraría ningún esfuerzo ni mérito vivirla.”
Edward Bach.

Mi agradecimiento infinito a Dios por darme la oportunidad de que coincidieran su alma Félix y mi alma en la vida, admiro su lógica como un don, (nada fácil), puesto en usted para trabajar con la psique y clarificar las ideas. 

Es tan fácil ver en usted como todos somos creados con una misión y un aprendizaje.

Llegue a su consultorio pasando por una etapa de muerte, de depresión prolongada durante muchos años, llena de culpas, con una moral cristiana que me flagelaba, aunque ya venía aprendiendo lo que es la espiritualidad usted rompió con todos mis tabús, ayudándome, aunque usted no lo crea a poner en práctica lo que en teoría ya había aprendido, el significa de ser éticos y no moralistas, me ha enseñado a ver mi humanidad y verla en los demás, muchas veces salí de clase o consulta procesando cada palabra, uno de los mejores aprendizajes ha sido la visión de un Jesús más humano que divino y eso me ha permite aceptarme, aceptar a los demás y aceptar los procesos de la vida (merezco lo que me pasa o no).

Me ha enseñado, que más allá de lo físico, las personas cuentan con métodos internos de defensa para proteger la psique, como la negación, la sublimación, la represión y otros fenómenos psicológicos.

A través de las consultas seguí con mi proceso de afirmar quien es Loyda, un ser libre, aprendiendo a experimentar otra manera de VIVIR, de SENTIR y de GOZAR.

Me ha puesto a reflexionar sobre nuestras pulsiones de vida y pulsiones de muerte, dejando en mí la tarea de aprender a equilibrarlas.

La sombra, aunque inconsciente, no deja de estar permanentemente activa, continúa portando cierto sentimiento de identidad personal, teñido de culpa, angustia e indignidad.

Reconocer nuestra sombra es una experiencia aterradora, nos protegemos de ello mediante los mecanismos de defensa del yo, de forma inconsciente, que son la negación de nuestra sombra y la proyección de la misma en otros. Está relacionada con el arquetipo del enemigo, el extraño poco fiable o el intruso malvado.

El proceso de limitación como mecanismos de adaptación nos describe:
Nuestra mayor dificultad en ese sentido quizás resida en aquéllos que se encuentran más cerca de nosotros, es esa edad en que el temor a las convenciones y al falso concepto del deber se desarrollan de forma avasalladora…
"Por muy sutiles que sean los medios utilizados para impedirnos cumplir con nuestro destino -el pretexto del amor y el afecto, o un falso sentido del deber, que no son más que recursos para esclavizarnos y mantenernos prisioneros de los deseos y exigencias de otros- aún así, debemos rechazar gentilmente todas estas presiones… La individualidad debe ser desarrollar al máximo, debemos de aprender a transitar por la vida sin confiar en nada ni en nadie que no sea nuestra propia Alma para guiarnos y ayudarnos, aferrándonos a nuestra libertad con ambas manos y zambullirnos en el mundo para aprisionar cada partícula de experiencia que sea posible”. 
Edward Bach.

El lugar que ocupa Doctor Aranday, en la formación (agrupación de las tropas), de la vida, puede ser, solo en algunas ocasiones imperceptible para usted, pero a través de ella y la disciplina ha podido ser el sostén de muchas personas que se acercan al médico para no morir, no dude que su misión como psiquiatra ha sido cumplida.

La confianza, el impulso y el reconocimiento que me ha brindado son invaluables como lo es su alma.

Gracias por clarificar mi mundo de fantasía.

Definitivamente faltan muchos años por vivir, aprender y seguir en el frente.

Frases célebres del Doctor Félix Aranday Cortés:

“Afirmarte”

“Dignidad, Honor, Status”

“La ignorancia es atrevida”
(mi favorita)

Que los momentos en la vida le demuestren, si así lo decide, que es un sujeto FELIZ.
Loyda 

XIX


Doctor, feliz cumpleaños!!!!!!

La verdad me da un poco de pena decir que lo estimo mucho pero esque yo lo considero como mi amigo y pues la verdad los amigos se cuentan con un par de dedos.


La verdad que es una buena persona con mucho cariño y bondad de ayudar a quien lo necesita cueste lo que cueste. Su apoyo,sus consejos, su tiempo y muchas cosas más es lo que lo hace una GRAN PERSONA.



FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!!!
Raúl Ch.

XX

Nunca voy a olvidar como llegue a ti, o como llegaste tú a mí, o como nos encontramos. Solo habían pasado cuatro años desde la primera vez que escuche hablar de ti, invariablemente alguien que te conocía me recomendaba que fuera contigo en alguno de mis ciclos de depresión, pero al saber cuanto cobrabas decía esto no es para mí pues yo no solía gastar más que en lo indispensable para mí, entre otras tantas cosas que me prohibía entonces, como beber, disfrutar del sexo como realmente me gusta, comer, dormir, descansar, viajar, escribir, en fin. Llegué sólo cuando tuve la oferta de una amiga de pagarme la mitad de la consulta, me sentí obligada a presentarme; en un momento en el que mi tristeza era tanta que ya no sentía nada, tenía un plan para morir lentamente sin alertar a nadie, pensaba en darle momentos bellos a mis hijos, divertirlos, era permisiva y dejaba pasar casi cualquier cosa por alto. Venía arrastrando culpas y temores de los que no podía liberarme, oprimida por las voces exteriores del deber, hacer y tener, atada a una vida que ya no quería vivir en un espiral que se reducía cada vez más. Yo me daba cuenta que esta montaña rusa de subidas y bajadas eran cada vez más intensas y mi temor de ir cada vez más profundo en siguiente depresión… no podía imaginarme estar más abajo. Despertarme solo para convencerme que debía levantarme de la cama, llevar a mis hijos a la escuela sólo para regresar a dormir nuevamente sin que nadie me viera, salir siempre con algo en la bolsa para secarme las lágrimas que se me salían en cualquier parte, cuando por fin podía bañarme no poder salir de la regadera por estar sentada desnuda bajo el chorro de agua llorando como una Magdalena sin saber porque, simplemente la vida no me ajustaba, todo a mi alrededor parecería “normal” pero a mí no me ajustaba, esa no podía ser mi vida, yo estaba hecha para otra cosa, no sabía para qué, pero seguro para otra cosa.

Era un día de marzo del 2012, tu recepcionista me hizo llenar unos papeles, yo iba bajo la advertencia de mi amiga, (risas) – es un doctor, así míralo, no lo veas como hombre, no te enamores – fue la consigna de mi amiga. Abriste la puerta y salte con el ruido (ese momento se quedó como una fotografía en mi memoria), vestías tu habitual bata blanca, camisa blanca, corbata y uno horrendos pantalones de vestir, solo pensé que mi amiga debería conocerme muy poco para imaginarse que podría enamorarme de ese pelos parados con sonrisa fingida. Me hiciste pasar y fue que nuestra maravillosa historia comenzó.


Entre y me senté en el lugar que pensé estaba asignado para los pacientes, tú me seguiste y tomaste el cual pensé siempre sería tu lugar, que con el tiempo yo fui tomando de vez en cuando. Me preguntaste el porqué de mi visita, creo que al principio no estuve muy dispuesta y te pedí que me hicieras las preguntas pertinentes, al cual yo sólo acertaba a decir que estaba muy triste y que me habían recomendado contigo, así fue saliendo mi historia y mis lágrimas al mismo tiempo, escuchaste, hablaste un poco y te levantaste para sacar una bolsa de chocolates, ¿Qué clase de doctor es este? Pensé, me la diste y solo la puse junto a mí y juro que planeaba dársela a mis hijos pues yo no comía azúcar hacía ya un par de años. No sé cómo atinaste a darme una segunda bolsa de chocolates, hacerme abrirla y comenzar a comerlos, de un momento a otro pase del terror de comer azúcar a disfrutarlos, hacía tanto tiempo que no disfrutaba algo, como si por fin tuviera permiso de hacer algo, de hecho me recomendaste mandar a chingar a su madre a mi madre eso fue un gran alivio me quitaste un gran peso de encima, eso sí fue mi primer gran autorización (incluso me diste tu tarjeta por si ella quería mandar a chingar a la suya). Estoy llorando ahora mismo al recordar que en un par de horas me devolviste lo que yo pensé no podría recuperar, ganas de vivir, cuando yo ya no tenía fe alguna en nada ni en nadie, menos en mí misma, como me contaste la historia de mi vida sin conocerme, fue como sí por fin hubiera llegado a casa, había buscado tanto, había intentado tanto, pero esto iba más allá de mi voluntad y era ahí donde yo perdía todas mis fuerzas pues estaba más allá de lo que yo pudiera controlar y yo había tratado de controlar tanto. Yo ya era una paciente profesional, tres psicólogos, dos psiquiatras, grupos de autoayuda por más de una década, libros de psicología, autoayuda, religión, espiritualidad y todo lo que cayera en mi manos que yo pensaba podría dar fin a mis altibajos, sin embargo siempre estaban ahí, cada vez más corto plazo, más intensos, más vacíos, más aterradores. Tu ahí sentado con tu pie sobre tu rodilla, el entrecejo fruncido, observándome, diciéndome que no creyera en ti, lo que me hacía creer más en ti, haciéndome parte de una estadística, lo cual me dio alivio, pensar que sólo era parte de una estadística, sabías que palabras utilizar en mí, como si tuvieras un scanner, maldito sí que eres bueno. Bendito seas. 


Aquí no sobra decir que aquel día cambió la vida, no sólo la mía, la de mis hijos, la de Sayayín, la de mi madre, la de mi hermana, la de mi padre y de unos cuantos hombres y mujeres que han pasado por mi vida desde entonces, pues por esa puerta entró una niña como de 6 años y juntos esculpimos a una mujer de 37.


En esa primera cita fuiste mi esperanza, para la segunda mi salvador, para la tercera o cuarta ya eras mi Mesías. Los medicamentos empezaron a hacer efecto y yo no podía creer como con un par de chochos mi vida podía cambiar tanto. Empezamos a experimentar acerca de mis prohibiciones y resultó que yo no era la atascada que creía ser, podía disfrutar el placer de beber una copa sin perder el control, es más ni siquiera me antojaba una segunda y para el día que llegue a la quinta ya sabía perfectamente lo que quería. Eso sí, para todo te pedía permiso, pues te convertiste en una figura de autoridad pues no entendía en lo absoluto esa frase de –sé tu propio padre y madre- y al mismo tiempo ya no eras el mismo pelos parados que vi el primer día, no señor, te convertiste en mi refugio, en mi caja de Pandora, mi guardaespaldas, con toda la elocuencia que yo podía discernir, a quien no podía engañar debido a su astucia y perspicacia, y entonces caí ante la advertencia de mi amiga, llegue al enamoramiento, y recuerdo que sólo pensaba en ¿a qué olería ese hombre? Pues eras cauto hasta para saludarme, entrenado como un caballo de carreras, lo sabías, y yo tonta de mí intentando disimular. Hasta que un día te pregunte ¿Qué tendría que tener una mujer para tener un hombre como tú? Sabiamente me contestaste que esa no era la pregunta, la pregunta correcta era ¿Qué debería tener un hombre como tú para que ella se hubiera fijado en ti? Y otra vez mi mundo cambio ¿Qué debe haber en un hombre para tener una mujer como yo? Eso fue el punto final a mí enamoramiento de quinceañera, para salir al mundo real a enamorarme de verdad, como una mujer, sin pedir permiso más que a mí misma, a ser mi propio padre y madre, a trabajar más y cobrar mejor, a acallar las voces externas y sacar mi voz, a no ser la hermana de mis hijos ni la hijita de mi madre, ni la yugular bajo el zapato de Sayayín sino a darle la vuelta, a escribir sobre lo que se me de la gana sin importar si me queman en leña verde, a hablar de sexo y vivir de eso, a decir que no quiero hacer un favor y a decir que si a un par de zapatos nuevos, a viajar sin mis hijos y sin mis remordimientos.


Trastorno Afectivo Bipolar es mi diagnóstico, has estado conmigo en la euforia que he disfrutado tanto hasta que ya no puedo más y acudo a ti para que me detengas porque hasta un semáforo en rojo se vuelve una tortura y en la hueva de la depresión a la que ya no temo con terror pues me has ayudado a prepararme para afrontarla.


Aunque puedes tú no eres un doctor de los que salvan vidas en los quirófanos llenándose de sangre entre las viceras, tu eres un humano, humano, ¿doctor? Sí, pero de los que salvan vidas en un consultorio tocando lo más íntimo de las personas, guardando sus secretos, matando sus temores, empoderándolos para dejar una huella por el resto de sus días y así sin poder evitarlo te vuelves cómplice de nuestras locuras, compañero y querido amigo de viaje. Tú no suturas la piel, tu suturas el alma.

Verónica.


XXI

...¿Viene usted a internarse?¡?¡?¡... fue la pregunta que me hiciste para interrumpir mi reclamo porque no se encontraba el médico encargado de la atención de mi hermano, no pude evitar reír no obstante encontrarme en la situación que, hasta ese momento, calificaba como la más difícil y dolorosa a la que me había enfrentado…

Obviamente vinieron momentos mucho más difíciles y dolorosos después del diagnóstico que le dieron a mi hermano: “Trastorno Límite de la Personalidad”.

Sobrellevar la enfermedad mental de un familiar como la que padeció mi hermano (cualquiera supongo), y lo que esto implica, no es nada fácil, te obliga a ver como una persona a la que juras conocer hasta la última fibra se convierte en alguien a quien ya no reconoces, a observar cómo a un ser tan amado se le escapan las ganas de vivir a cada segundo, es devastador y poco a poco la desesperanza también te invade; pero por si esto no fuera poco y sin contar con el estigma que impone una sociedad ignorante, tienes que sumarle la falta de humanismo, ética profesional y hasta sentido común por parte del servicio de salud pública, tienes que toparte una y otra vez con su absurda ineficacia, pelear por una migaja de comprensión, mendigar por un servicio digno al que constitucionalmente tienes derecho, pero que, como se acostumbra en nuestro país, pareciera un favor al que pocos acceden.

En ese remolino de desinformación, indiferencia, intransigencia y prepotencia a la que tuvimos que enfrentarnos, te mantuviste como el único Doctor que nos trató como seres humanos: no abandonaste y te involucraste como un profesional de la salud mental. Tu actuar siempre fue de una gran sensibilidad humana; incluso, a mi parecer, hasta en exceso, pues de un momento a otro también te convertiste en el pararrayos del caos familiar que naturalmente sobrevino.

En este contexto, entenderás el significado que tiene para mí, pero sobre todo, que tuvo en su momento para mi hermano como tu paciente, tu actitud siempre al pendiente, tu disposición, tu ánimo y tu compromiso para ofrecerle una oportunidad, cuando todos, “todos” los demás se la habían negado.

Después de meses muy difíciles, mi hermano decidió que no quería más medicina, ni más terapia, ni más dolor… me atrevo a pensar que así fue, porque jamás tendré certeza de lo que realmente sucedió, lo que sí sé es que su decisión dejo mi vida partida en dos, la que vivo con él en mis recuerdos y en mi anhelo por reunirnos de nuevo y la que tengo que seguir viviendo aquí, sin él…

También sé que su partida te afecto no sólo como su Médico, sino como ser humano; era inevitable, pues te involucraste en su caso con la pasión que te da el hacer lo que te gusta, lo que te llena y te hace mejor persona, decisión que quizá la medicina convencional te recrimine –según he leído- pero que yo te agradezco infinitamente, porque estoy segura que de no haber sido de esa manera, la soledad, desesperación y angustia por la que atravesaba mi hermano hubiesen sido menos llevaderas.

Ya ni siquiera recuerdo en que momento me convertí en tu paciente (necesario por obvias razones), pero después de doce años, nuestro primer encuentro sigue ejemplificando la mecánica de mi terapia: llego contigo asustada, descontrolada, enojada, desesperada y tú, luego de escanear y analizar, emites las palabras que cargadas de la ironía que te caracteriza, te convierten en la brújula que durante este tiempo me ha ayudado a no internarme en un hospital psiquiátrico.

El camino ha sido complicado y no tendría por qué ser de otra manera, incluso, hay ocasiones en las que salgo de mi consulta creyendo que necesito terapia de mi terapia, porque eres duro, y lo sabes, porque definitivamente hablas con la honestidad y sinceridad a la que muchos no estamos acostumbrados, porque dices lo que no quiero escuchar, porque me haces ver lo que no quiero ver, y porque me haces decir lo que me negaba a hablar, pero que sin duda, (y lo comprendo después de un tiempo) resulta ser absolutamente necesario.

Qué cómo ha impactado nuestra relación en mi vida?¡?¡?¡, ufffff definitivamente la has marcado; en su momento me demostraste que cuando hay cien que te dicen que no, llega uno que te da la esperanza que necesitas, me enseñaste a darle la justa dimensión a ciertas personas y situaciones, me ayudaste a tomar las decisiones necesarias para llegar hasta donde estoy ahora y sobre todo para ser mejor mujer, mejor madre, mejor esposa; en fin, siempre me das lecciones (algunas no muy agradables). No dudo que cometas errores pero, quien no?, he escuchado que no se equivoca aquél que nada hace.

Ojalá esa pasión con la que realizas tu trabajo se contagie, porque hace mucha falta en nuestro sistema de salud, y pido por que las personas que tengan que enfrentarse a una situación como la que yo y mi hermano tuvimos que vivir encuentren en su camino a profesionistas que como tú, ejerzan la medicina con ética y compromiso.

Rocio LV

XXII

En un día tan maravilloso como hoy, quisiera darte un regalo muy especial. Considero que es fundamental no olvidar alimentar el alma y el espíritu de vez en cuando y hacerle saber a los demás, la huella tan importante que han dejado en nuestras vidas. Este último año y medio, hemos compartido risas, lagrimas, conversaciones triviales y profundas, dudas, tristezas, anécdotas y mil cosas mas q seria difícil terminar de mencionar. Han sido tantas cosas! Tantas emociones! Tantas experiencias maravillosas q lejos de referirme a esos encuentros como una "simple terapia" mas bien lo definiría como una "luz en el sendero" la cual ha iluminado mi camino para poder reencontrarme y recordarme la persona que soy, pero sobre todo.. El gran ser humano que soy! Me has ayudado a recordar y retomar con amor y con pasión mi misión de vida. A ver con claridad que tenía que pasar x todo esto para convertirme en la gran mujer que hoy soy! La que ama! La que vive! La que disfruta! La que goza! La que ayuda! La que vive minuto a minuto y la que espera un futuro mejor para si misma y los demás. Puedo decir que nunca perdí la confianza en la gente, que siempre pensé que existían cosas buenas x llegar, pero hoy.. Hoy simplemente estoy segura de ello!! Hoy confío en los demás plenamente, trato de dar lo mejor de mi, entiendo que cada quien vive un proceso distinto y que x lo mismo, los lentes con los que observamos la vida son diferentes; razón x la cual.. Cada persona sigue un rumbo distinto y los aprendizajes son los adecuados y llegan en el momento justo.


Hace dos años estaba en una fase de mi vida donde me sentía perdida, incluso a pesar de saber y tener ciertas cosas muy claras sobre mi.. No sabia como retomar el rumbo, no sabia como retomar la pasión x las cosas, incluso x la vida misma.. Nada me llenaba! .. Todo era tan vacío.. Tan trivial.. Un mundo de cosas y sentimientos baratos donde definitivamente yo no encajaba. Pero hoy, después de dos años.. Puedo decir y sentir que he recobrado mi esencia, simplemente porque he vuelto a ser yo! A ser libre!!! A vivir! A reir! A disfrutar el mundo!!! Y eso.. Eso solo es gracias al hecho de haber encontrado a una persona que tiene una gran pasión como yo! Un gran amor por la humanidad, un ser humano que ha querido prepararse y ser el mejor para brindar esa mano amiga para quien lo necesita. Ojalá existiera mas gente con pasión y vocación en lo que realiza.. Porque si eso pasara.. El mundo seria distinto!!! Ya que ofreceríamos la mejor versión de nosotros mismos y ayudaríamos sin dudarlo en amor y gratitud.


Es por eso que "dos almas no se encuentran por casualidad"


Mil gracias Felix Aranday por ser parte de esta experiencia de vida, por las locuras compartidas, por las exteeensaaasss platicas y por siempre tratar de adaptarte a comprender y abrirte incluso a algo nuevo para ti :)


Simplemente gracias x existir y x esa gran pasión, amor y entrega que te caracteriza.


Te comparto mi frase favorita "los amigos son angeles que nos levantan sobre nuestros pies, cuando nuestras alas tienen problemas para recordar como volar"


Con cariño y admiración.

Liz!!!! ;)

XXIII

Hola.


Espero que este día la pases increíble.


Te lo deseo de todo corazón, por ser un gran ser humano. Creo que en la actualidad en la relación paciente-doctor, se pierde mucho ese vinculo que nos acerca a los seres humanos; que debería existir siempre, porque desde mi perspectiva, para poder confiar en alguien, uno de los valores más importantes como es mi salud, debo considerarlo digno de mi CONFIANZA Y RESPETO.


Hoy después de tantos años de conocernos, no solo te considero mi doctor, sino mi muy querido amigo.


A partir del primer día que llegue a tu consultorio, fui tratada con gran calidez humana, y con una gran sinceridad, que quizá a veces no me gustaba oír, pero que en dos ocasiones, incluso me salvo la vida.


En efecto, tu preocupación no solo por mi salud mental sino por la física, me ayudó a internarme a tiempo para someterme a tratamiento y cirugía , que de no haberlo hecho así,hubiese tenido graves consecuencias.


Años después, haz seguido siendo un amigo que se preocupa por sus amigos.


Recuerdo cuando me llamaste para ver como seguía de mi ultima intervención de columna y te percataste de los errores que se estaban cometiendo en mi tratamiento de recuperación.


Gracias por estar siempre a mi lado cuando te he necesitado.


Gracias por ayudarme con mis hijos, orientándome e inclusive alentando y apoyando a mi hijo para lograr los éxitos que hoy alcanza. Cuando estuvo en el extranjero en su maestría acompañándolo siempre, con tus palabras de aliento para ayudarlo a creer en lo que era capaz de lograr.


Gracias por apoyarme con mi hermana y sobrinos, pues también con tu guía han logrado descubrir el potencial que tienen.


¿Porque estoy muy agradecida? porque lo que he recordado aquí, no es sólo de una relación médica, sino con un rico ser humano que se preocupa por su semejante que llega a su consultorio en busca de ayuda, que no se conforma con la atención que puede dar en el momento de la consulta, sino que brinda su mano amiga para consolar al alma.


Deseo que el universo te recompense por el esfuerzo que realizas para dar consuelo y ayuda a quienes acuden a ti.


Feliz cumpleaños.

Yamile


XXIV

Cuando mis padres me llevaron a consulta, yo no creí que alguien me podría ayudar. Tampoco creía que estaba enferma.


Después de un tiempo comencé a darme cuenta de que algo me pasaba, de que algo estaba mal y que la profundidad de lo sucedido era mucho más profunda de lo que podría imaginar.


Antes de lo sucedido, no hablaba sobre mis emociones ni de mi vida de día a día. Nunca reflexionaba sobre mi vida, de lo que hacía ni era consciente de mi estado emocional.


Era una época obscura, sin sueños, sin metas. La vida había cambiado un rumbo de 380°, estaba perdida, estaba confundida. Era incapaz de sentir.


Tomar las riendas me mi destino era un tema de poco interés.


Poco a poco, con ayuda de el Dr. Aranday, con las conversaciones que teníamos, con las metas que me imponía, con las palabras precisas y cuestionamientos sobre lo que sucedía, con el apoyo y seguridad que brindaba fue que comencé a aprender a ser honesta conmigo misma.


Aprendí a tomar el control y responsabilidad de mis emociones, de mis pensamientos, de mis acciones. No era una tarea sencilla, como podría serlo? Mentiría si dijera que no fue un proceso largo, lleno de dudas, de angustias y de miedos por superar. De noches de profunda tristeza y desilusión.


Pero todo este proceso fue un gran aprendizaje.


Conocí lo que era reconocer y aprender de errores, de momentos de felicidad. De malos hábitos y buenos valores.


Aprendí a gozar cada pequeño momento, cada sensación efímera que produjera un estado de profunda tranquilidad, de iluminación, de felicidad.


El estar consciente, estar en el presente, ser presente en acción y causa es algo que solo a través del trato con el Dr. Aranday conocí y reconocí.


Mi enfermedad fue lo peor y lo mejor que pudo haber pasado en mi vida. Sin la ayuda y consejo del Dr. Aranday no sería la persona que ahora soy.


Sin nuestro encuentro, probablemente seguiría en negación. Seguiría creyendo que lo que nos hace débiles, lo que destroza el cuerpo, mente o alma no tiene remedio. Afortunadamente la realidad es otra.


Mi eterno agradecimiento a la profesionalidad, paciencia y amabilidad del Dr. Aranday.


Feliz Cumpleaños Doc! ;)
Daniela L.


XXV

And it’s whispered that soon,
If we all call the tune,
then piper’ will lead us to reason.
And a new day will dawn
for those who stand long.
And the forest will echo with laughter.

Un día como hoy pero 19??...

No pretendo escribirte una felicitación de cumpleaños usual porque la verdad ni siquiera sabía que sería tu ¿? aniversario, gracias por recordarme (me vas a mentar la madre, ya lo sé jajajajajajaja). ¡¡¡¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES!!!! ¡¡¡¡Sigo sin saber tu edad -verdadera-!!!!

Han pasado casi 9 años desde que nos conocimos y qué más puedo decirte, eres un chingón, te lo digo sinceramente porque tenemos casi 9 años de conocernos, no importa que seamos paciente y psicoterapeuta porque hasta nos hemos mandado a la chingada y me has hecho llorar jajajjajaja.

A pesar de todas esas barbajanerías también te doy gracias infinitas porque no eres tan mala persona; quién mejor que tú para enseñarme a cuestionarme y a no hacerme pendeja, has estado durante momentos felices y malos -ahora ya son todos muy felices, creo- y no te has olvidado de recordarme que siempre volverán los malos para asegurarme.

Sé que todas las personas que te conocen tienen un buen concepto de ti, porque si que eres una excelente persona, espero que todos tus fechas de cumpleaños futuras sean igual o mejores que estás. Te lo mereces, Félix.

¡¡¡¡Feliz cumpleaños!!!!
María P.

XXVI

Una tarde soleada y de resaca; hecha maraña y mordida hasta los huesos, decidí que la vida debía terminar. Mi mundo era una zanja, y caminaba en surcos cada vez mas profundos, sólo la rutina me mantenía a flote y la cotidianidad era lo que me sostenía de la realidad.

El llegó a mi vida en forma de retweet, en ese entonces usaba un sui generis avatar de alacrán con alas, y lo seguí; un destello de necesitar ayuda me hizo pedir cita en su consultorio.

Recuerdo la primera vez que lo ví, pensé que habría un diván en un consultorio oscuro, lleno de libros negros, con olor a cigarro, que olería a psicosis y que me esperaría un hombre canoso, de gafas, con cara de loco, en quien quería embarrar el lodo de la zanja y compartir con alguien las ideas de muerte para salir huyendo y terminar con todo.

En su lugar - lamentable para mi esfera en ese momento - era un ser de enorme presencia, robusto, de mirada noble a pesar de un ceño fruncido, de pies enormes y contradictoriamente de esencia reconfortante, de trato tan amable y minuciosidad tan remarcable que parecía adivinar el diagnóstico, su consultorio como el, con mucha luz, se veía el cielo a través de un ventanal grande, de vidrios gruesos para que cualquier persona que llegara ahí le pensara dos veces antes de saltar de la estructura y perderse esa vista de nuevo; ahí vi mi vida pasar, sentada frente a alguien que cruza las manos frente su cara, viendo y escuchándome, como un clínico ante semiología de síntomas, desmenuzaba sesión con sesión el contenido de mi mente, y lo hacía tan bien, que a pesar de ser tan jóven parecía un experto, el mejor psiquiatra, alguien que yo podría recomendar y que yo había encontrado usando las tácticas mercantiles de la actualidad.

De una maraña de ser vivo sin estructura hizo de mis cualidades empolvadas y tasajeadas una mujer de sus propias virtudes, de estructura fuerte. Él, de mis piezas hizo algo hermoso que se sostiene en pie y camina, poco a poco cada vez con menos ataduras.

Conforme los años pasaron, Félix Aranday Cortés se convirtió no solamente mi colega y médico tratante, se volvió mi amigo, mi muro, aún afuera de las paredes de concreto de su consultorio se expandía su fuerza y apoyo; es de esas personas que sabes que siempre van a estar, que te trae un souvenir del país que visita o que podría donarte un órgano, si tienes su aprecio... Y eso que se dice renuente a los afectos.

Su ética es tan impecable que se quita su pulcra bata blanca, para sentarte contigo y tomar un whisky de hombre a hombre, que como parte de sus afectos abre su corazón para que veas sus fantasmas, sus sombras, sus demonios, látigos, dragones y alimañas.

Te deja ver su daño, te enseña sus heridas y te presume su reconstrucción. El cariño sublime que impronta en mí se lo ganó, no solamente en el sentido en el que a un médico se le puede apreciar y agradecer, no solamente fue su receta médica para el tratamiento de los niveles de serotonina, y la lisis de la ansiedad, se lo gana en todos los sentidos, por que en todos los sentidos puede salvar a alguien.

Mi médico, mi colega, mi amigo; te quiero.

FELIZ CUMPLEAÑOS.
Atala L.

XXVII


Tu regalo mi estimado. Espero te guste. Que Dios te guarde muchos años más. Felicidades.

Ya no me acuerdo si te platiqué de mi siquiatra. Yo con los siquiatras empecé mi historia a los 14 años, cuando vivía en Guadalajara y me bulleaban en la secundaria. Un doctor me hizo el favor de recetarme Rivotril. Digo favor porque me permitió seguir viviendo. Desde entonces desarrollé una dependencia, y luego una fuerte adicción a este ansiolítico. Yo lo llamaba gotas de felicidad. Casi 20 años lo tomé. Me da ternurita los que apenas lo van descubriendo, y se sienten a la última. Eso sí, todos me lo reconocen, yo abro mercados, caminos, marco tendencia, siempre voy a la vanguardia en esas cosas. Como cuando empecé a usar bolsa mucho antes que todos los jotingos que la usan ahora. O como cuando conocía a la perfección Chicago antes que nadie fuera, y ahora todos se sienten expertos en la ciudad de los vientos. El precio de ir antes que todos, es que luego te quedas solo, porque cuando ellos te quieren llevar tú ya te desconectas. El precio de ir antes, de pasar primero, es que cuando los demás llegan y descubren, tú tienes que escuchar con cariño cuando según ellos te vienen a contar. Pero lo que te quería contar es que este siquiatra con el que voy ahorita, de verdad ni te lo recomiendo. No te lo recomiendo porque lo quisiera solo para mí. Fíjate que yo acabé yendo con él porque me urgía una receta. Mi amigo el que me lo recomendó me hizo un gran favor sin saberlo. Como extraño a mi amigo, está tan loquito como yo. Yo, con dudas, fui a dar a la oficina del Dr. Félix. Aunque con reservas, decidí hacerle caso, como en casi todo, a mi amigo más codependiente. Me dijo que si no me caía bien, por lo menos lo intentara, y que encima de todo era joven y guapo, así que por lo menos me alegraría un poco el ojo. Y es que yo tenía la urgencia de una receta, porque mi siquiatra anterior con el que fui por casi 7 años se negó a dármela. Y es que ya sólo le hablaba yo para pedirle recetas de Rivotril. Siempre en medio de una emergencia y la verdad ya no quería yo ir con él. Sentía que no me podía ayudar. Me hablaba de usted. Mira que es buen doctor, pero se desesperó conmigo. Hasta habló con mi hermana y le dijo a Paco yo ya no lo puedo ayudar. Entonces fue como si me desahuciara. Claro que se debe haber hartado de todos los años que le hablé de lo mismo. De mis mismas obsesiones, de mis inseguridades, de mis compras en el Palacio de Hierro, de cuando mi marido millonario me dejó y yo como una Blue Jazmin, antes de que naciera Blue Jazmin, te digo que soy visionario; yo me seguía negando a creer que me hubiera dejado. En fin, lo que te decía es que ya lo tenía yo hasta la madre. Y pues claro que reconocía yo mismo que ya no me podía ayudar, porque me daba pena contarle mis cosas para no agobiarlo. Aun así le agradezco lo que hizo por mí. Entonces mi carrera iba en ascenso. Y yo necesitaba Rivotril para no volverme loco, y la verdad me urgía entonces me puse a preguntar con mis amigos quien me recomendaba un doctor. Doctor hombre, porque yo con las mujeres nada. La única mujer que dejo que me intervenga es la que me corta las uñas de los pies, ah bueno y ahora una otorrina que me curó de algo muy difícil que tenía yo en la garganta. Pero de pensar en un siquiatra tendría que ser hombre. Total, que ahí me tienes yéndolo a ver por primera vez y fíjate que no quería ir, porque cuando me enteré de la dirección casi me da un infarto. Esas cuadras para mí eran prohibidas, porque fue por donde viví con el millonario. Entonces el solo hecho de pasar por ahí pues ya me daba taquicardia. Total que fui porque te digo que me urgía la receta. Además fue mi primer ataque de optimismo porque dije a los toros por los cuernos. Los problemas no desaparecen si los dejas de ver como Blue Jazmin. Así que fui, y dije por lo menos me dará mi receta. Me encontré con un hombre joven, bueno de mi edad o un poquito más grande, que eso me daba confianza como para empezar a contarle mis oscuridades. Guapo sin duda. Mi amigo y yo llegamos a fantasear media hora de que a lo mejor era gay. Pero no. Y fíjate que guapo es, pero nunca lo vi con mis ojos de gay porque es de esas veces que aunque joven y de mi edad, por razones que descubriría luego, de inmediato me inspiró mucho respeto. Y entonces ya no lo puedes ver con gusto o deseo, yo creo que lo veía yo con esperanza porque de verdad necesitaba que alguien me ayudara. Claro que ir con un guapo ayuda, porque a todos nos gusta la gente bonita, atractiva, vital. De cierta forma me inspiraba, en él veía muchas cosas que yo no era, o no soy. Total, la perspectiva de este nuevo doctor me gustó, porque te digo que necesitaba yo ayuda, y me urgía la receta. Al principio lo sentí muy agresivo. Lo imitaba con mi amigo y nos reíamos, cuando comíamos todos los sábados en el novísimo Antara. Luego ellos se madrearon y mi amigo dejó de ir. De esas veces que yo dije sí pinche doctor, ya no voy a ir yo tampoco amigo, pobre Félix idiota. Pero secretamente para mi amigo, seguí yendo. Luego le dije a Félix que conmigo no fuera agresivo, que a mí los malos modos y las habladas fuertes y golpeadas no funcionan. Ya ves que yo siempre me he creído de la realeza. Entonces me venía a la cabeza la altanería de este pobre gato no me va a gritar a mí, no le pago para que me trate mal. Aunque en el fondo sabía que eso me hacía bien. Que me estaba ayudando. Mientras peor me sentaba lo que me decía, mejor me sentía después, porque me ha dicho cosas que nunca nadie me había dicho, y justo por eso ha hecho una diferencia en mi vida. Claro que el pobre ha escuchado de mí lo peor. Lo más negro. Nadie sabe las cosas que le he contado a él. Nadie. Ni mis amigos más cercanos como este que te digo que me lo recomendó, saben los secretos que le he contado a Félix. Y siempre en él veía empatía, un sincero interés por sacarme adelante. Claro, al principio dije es obvio que es su estrategia de marketing, fingir que se preocupa por los pacientes para que uno se sienta bien y sigas la terapia. Hoy te digo, si este hombre actúa esa preocupación, denle por favor un Oscar o un León de Oro o una Palm D’Or o algo porque si está actuando, es el mejor actor que he visto. Pero es que a mí fíjate que todo el mundo me había dicho siempre que los doctores no deben involucrarse, que porque de tanta cosa tan dura que oyen se pueden volver locos, entonces lo mejor que te puede pasar es que tu doctor sea frío como el hielo porque quiere decir así que es muy profesional y muy centrado. Si le empiezas a ver que se involucra ten cuidado, porque eso es falta de profesionalismo, me decía otro amigo que es sicoanalista. Todo el mundo me lo decía. Por eso era lógico que mi anterior doctor me hablara de usted, porque así ponía una barrera para no involucrarse y no transferir y cosas que además de que no entiendo me da flojera contarte. El chiste es que yo veía que Félix verdaderamente se involucraba, se preocupaba, se interesaba porque yo avanzara. Recuerdo siempre sus consejos, sus gritos cuando lo desesperaba. Pero te digo que sentía yo raro porque de verdad sentía que se preocupaba por mí. No como cuando le cuentas tus cosas a un amigo pero sabes que ni caso te está haciendo porque lo único que quiere es que termines de hablar para empezar a hablar él. Fíjate que entonces tuve un problema. Porque me corrieron de mi trabajo y vi las épocas más negras de mi vida. Dejé de ganar dinero y caía en una espiral muy fuerte de deudas, de vicios, de alcohol, de todo. Un día con lágrimas en los ojos me despedí de Félix y le dije que ya no podía seguirle pagando. Tampoco quería ir porque cuando estás tan mal odias que alguien se de cuenta y te quiera ayudar, y a él yo no lo puedo engañar. No digo que nadie pueda, yo no puedo. Fue una despedida muy dura, porque para mí era como que lejos de darme de alta, me iba yo triste porque sabía que estaba muy mal. Pasó el tiempo y me repuse como fui pudiendo, hasta que vino el golpe mortal. Le peor que pensé que me podría pasar. La entrada del infierno, la última puerta. No te voy a decir qué, porque no quiero, pero sentí a la muere muy cerca. Además de que literalmente me dolía el corazón, sentí que mi tiempo había llegado, que me iba a morir pronto. De esas veces que de verdad sientes que ya todo se acabó. Nunca he pensado en matarme, pero ahí sí sentí que me moría. Me vi sentado en un hospital del seguro social, solo, sin que nadie supiera que estaba ahí, esperando la confirmación de mi diagnóstico, entre puros enfermos pobres, sin esperanza. En un hospital del gobierno, rodeado de extraños. Se me empezaron a salir las lágrimas, sin que me pudiera controlar. Pero no berreaba ni hacía ruidos, sólo se me salían las lágrimas. Ese fue el fondo señores. ¿Cómo llegué aquí? ¿En qué momento hice esto con mi vida? ¿Por qué tiré todo a la basura? Siempre supe que yo manejé todo el camino hasta esa sala de espera. La viva imagen de la soledad. La virgen de La Soledad. Has visto sus lágrimas? Supe que nadie me sacaría de ahí. Nadie iba a recogerme. Que día tan duro, cuando sientes que el tiempo se detiene.


Pero también sé que lo más peligroso es la desesperanza. Es como La Nada de la Historia Sin Fin. Todo lo devora. Nada más duro que aceptar la realidad. Tragarse el sapo. Nada peor me podía pasar. Cuando por fin dejé de llorar, me sentí orgulloso de mí, de poder caminar aún con lo terrible de las noticias. De tener fuerza por lo menos para buscar ayuda y marcarle a Félix. Vente me dijo. Con fuerza y determinación. Sin asomo de duda. Lo que esperas de un verdadero amigo cuando le pides ayuda. Aquí lo raro es que él no es mi amigo, y que a los que yo les digo mis amigos, muy rara vez me han contestado así. Por no decirte que nunca. Cuando fui a verlo al fin del mundo en un hospital medio nefastito, fue cuando empecé a salir a flote. Te digo sin duda y sin cebollazo que Félix me salvó la vida. A lo mejor fue circunstancial, o lo que haya sido, pero si te estoy contando esto es porque ese doctor me ayudó y me salvó literalmente la vida. Me ayudó con cosas muy prácticas, y dándome la seguridad de que todavía tengo por qué vivir. Cómo lo hizo, no sé. Pero su manera de hablarme y convencerme de que yo podía seguir viviendo fue el principio de que yo pudiera levantarme. Él me salvó la vida estoy convencido. Otros también me ayudaron. Pero tú sabes que yo le tengo mucha fe a los doctores. Como los provincianos a los curas, o los marginales a los políticos. Yo un doctor que me cura de algo, le creo lo que me diga. Les tengo fe ciega. A Félix le tengo fe ciega. Como la fe que le tenía la zarina Alejandra a Rasputín, o le fe de Juan Pablo II en Marcial Maciel. Claro que tampoco soy ignorante y no debe uno ser fanático, pero si alguna vez has estado enfermo y un doctor te quita el dolor, dime si no le tienes fe. Félix me curó y me quitó el dolor, por lo menos ese que no era físico. Yo no me peleo entre Dios y la ciencia. Un buen doctor es un hombre de Dios. Un ángel. Tú te imaginas el poder de curar a la gente? Yo creo que muchos doctores no saben de ese gran poder que tienen, que nos cambia la vida a todos los demás pobres mortales.


Y Félix además de ser buen doctor, es un buen hombre.


Mi jefa del trabajo tiene 80 años y como comprenderás vive rodeada de doctores. Tiene más doctores que clientes. Y siempre habla de ellos como si hablara de sus amigos. Tú sabes a esa edad… a lo mejor si vivo tanto y Félix también, a esa edad tal vez ya seamos amigos. Me gusta pensar que así será. O ya lo somos? Quién sabe, puede ser.
Francisco S.

XXVIII

Treinta años fueron los que me bastaron para buscar ayuda. Dudas había muchas en mi vida, pero pocas respuesta había logrado encontrar. La búsqueda interior de mi ser e intrínseca en el ser humano, siempre ha estado latente en mi. Pero a la fecha sigo buscando la mejor manera de dejar salir todo aquello que me inquieta y me mueve como espíritu.

Fueron circunstancias aleatorias las que me llevaron a marcar el teléfono del consultorio de Felix Aranday, psiquiatra que me fue recomendado por alguien "experto" en el tema de la terapia. Y fue a los pocos días de mi cumpleaños numero treinta que tuve mi primer encuentro en el consultorio del doctor. No tenía mucho que perder (además de mis miedos) y si mucho por ganar.


Como pocas veces en mi vida, en ese primer encuentro, me sentí "entendida" por alguien. Este doctor que parecía ser una especie de Doogie Howser en la psiquiatría me confrontó sin tapujos. Quincena por quincena y luego semana por semana, Felix me fue guiando por un camino al que nunca me había atrevido a recorrer.


Con el tiempo entendí que su terapia se extendió mas allá del lado médico y científico de la psiquiatría, fue guiado desde el corazón. Félix se convirtió en mi porrista incondicional, llegó a ver en mi el potencial que hoy en día aun me cuesta identificar dentro de mi misma. Me empujo a ir fuera de mis limites y de mi zona de confort, sintiéndome siempre respaldada por su presencia y su guía.


Ese doctor con una guitarra eléctrica y CDs de Jack White en su consultorio, que me compartía de sus Coca Cola Lights frías y con quien chismeaba de actores, me abrió las puertas a empezar a quererme a mi misma y a verme a través de sus ojos, que solo quieren lo mejor para mi. Mas de cuatro años han pasado desde ese primer encuentro y mas de dos de que terminaron las sesiones de terapia pero aun sigue en mi vida. No ha habido un momento de necesidad personal mía en la que Félix no haya respondido como el mejor de los seres humanos: con su tiempo, con su energía y con su atención absoluta.


Intrínseco en la psiquiatría es el estudio de los comportamientos mentales e intrínseco en Félix es buscar lo mejor de la gente y no desistir hasta lograrlo. Félix no erró en su profesión; su dedicación lo convierte en un apasionado de su vocación en la vida.: ayuda a la gente.


Y sí, Félix me ayudó y lo sigue haciendo día con día. Así que lo siento por Félix, nunca lo dejaré ir de mi vida; no todos los días se encuentra una persona como él.


Felices 38.

Anónimo

XXIX

Si uno quiere ser un tipo coherente, tiene que predicar con una imparcialidad continua; sin embargo en este caso, es difícil poder seguir línea. Tratar de describir y hacer un análisis general de esta relación, me llevaría meses o años, por ésta razón me apego a los recuerdos y aprendizajes que me vienen de bote pronto a la memoria.


Yo siento que le debo algo, él no creo que lo sepa o lo considere de tal modo. La historia empieza más o menos hace 10 años. Yo, era un automóvil que iba a 1000 por hora y sin freno alguno que poder pisar, si tuviera que describirme podría decir que era el típico adolescente cuya única preocupación era la fiesta, el alcohol, las mujeres y demás, no planeaba un futuro, es más no tenía ni veía mi futuro, sabía que era inteligente y hasta ahí. Un día, acostado en mi cama empecé a oír voces dentro de mi cabeza, que no paraban y no paraban, fue entonces que tuve pedir ayuda.


Yo había estado anteriormente con psicólogos que para lo único que servían era para sentarme una hora o un poco menos en un lugar cómodo y pretensioso, nada más. Es en este punto, cuando entra ésta figura en mi vida. Mi primera impresión fue de un tipo serio, directo, un tanto ajeno, me provocaba miedo, a veces sentía que su misión era hacerme sentir mal, alguien a quien yo consideraba que no necesitaba y por tal motivo sentía esencial desafiarlo, gran error. Él por el otro lado, me dijo en el primer encuentro lo que yo ya sabía pero no quería escuchar, mi vida era un verdadero desastre, por ponerlo en palabras suaves para mí, los que lo conocen saben perfectamente a que me refiero y las palabras que suele usar para describir este tipo de cosas. A partir de ahí, comenzó todo.


Definitivamente no es una persona con la que cualquiera pueda lidiar, se necesita cierto carácter para poder entenderlo, sin embargo esa es una de las cosas que hace atesorar su presencia.


Lo odiaba, y lo odiaba no porque fuera malo conmigo; lo odiaba porque era tan bueno en su profesión que me podía desarmar con un argumento, me podía leer, mentirle no era opción. Sabía que ir con él a consulta, era ir a darme un baño de realidad, un cubetazo de hielos a mi ego, una palabra fuerte pero real, hoy se lo agradezco con todo el corazón.


Así se fueron muchos años, con estira y afloja, con pleitos y con éxitos. La ruptura fue en la decisión universitaria, cuando yo consideraba y tenía claro cuál era mi mejor opción, carácter que él me había inculcado; sin embargo él creía que no era el mejor camino, así que una vez más nos separamos. Así que eso hice, entré a la universidad que yo consideré ideal para mí, terminé antes que toda mi generación, me gradué y fue ahí cuando dije, ahora sí puedo decirle “te lo dije”.


Así que eso hice, regresé como quién regresa con su padre a enseñarle la medalla del campeonato. Entré al consultorio, y se lo hice saber: “te lo dije”, él me sonrió y asintió con la cabeza, sabía que compartía mi logro con él. Fue ahí cuando me di cuenta que él no era dueño de la verdad absoluta, y que era humano, un gran ser humano. Sin embargo, inmediatamente me dijo: ¿Qué sigue? Considero que esto lo describe muy bien.


Una vez más, me había empujado a comerme al mundo. Así fue, ese paso era la maestría en Inglaterra. Sí, el niño desobligado, prepotente, flojo, perdido en el mundo que oía voces en las noches y había llegado al consultorio en la colonia Roma años atrás, era el mismo que se iba de ese consultorio con barba y con hambre a otro país, una vez más impulsado por quien yo considero mi mentor. Inglaterra fue muy difícil, sin embargo estuviste ahí para mí, a tu muy particular manera, pero estuviste ahí.


Dicen que existen personas que pueden cambiar radicalmente tu vida; bueno, pues para mí, es una de ellas. Comencé esta carta diciendo que le debía algo, pues es así; le debo la salud de mi madre, le debo que hoy pueda cenar con ella, le debo mi formación, le debo el carácter, le debo el hambre que inyectó en mí, le debo mi salud. A esta persona, le profeso una enorme admiración profesional y personal, un gran cariño y respeto.


Hoy, solamente puedo decir gracias, de verdad gracias por creer en mí cuando ni yo mismo lo hacía, por reforzarme, por desarrollarme, por guiarme, por ser sincero, por quererme, por preocuparte, por hacerme crecer, por señalarme muchas veces el camino, por dejarte desafiarte, por ser real, por la pasión a tu profesión, por el pasado, por mi madre, por el presente, por mi familia, por el futuro, por mí. Mi cariño, admiración y agradecimiento siempre hacia ti. 


Feliz cumpleaños Doctor.
Eloy MO


XXX

¿Qué ha significado para mí nuestra relación?


Justo esta semana recordé el momento en que me llamaste histórica -supongo recuerdas los detalles sobre cómo surgió el calificativo- Recuerdo tu fecha de cumpleaños cada año, y a pesar de la distancia programé un mensaje para que fuese enviado, espero haya llegado. Después me arrepentí de lo que escribí porque parece no tener coherencia. Discúlpame, la obsesión no siempre es mi aliada.


Te conocí cuando tenía 19 años, fue el 15 de septiembre del 2004. Me asusté en cuanto te vi porque eres muy alto y traías barba, pero me caíste bien porque me llamaste Diana Laura y eso hizo enfadar a mis papás (en las sesiones subsecuentes) considerando que mi segundo nombre es Carolina. ***estábamos en la desaparecida Clínica San Rafael…  

2 años después fallece mi madre y fuiste la primer persona a quien llamé (recuerdas que nunca te hablaba, rechazaba tus regalos y aprovechaba cada ocasión para agredirte) ese día sólo deseaba escucharte. Tú me orillaste a confrontarme con esa pérdida y a pesar de haber reventado la relación, fui quien regresó. Gracias por el acompañamiento.

Después comenzamos a escribir un capítulo en Manzanillo…, odié a todas tus asistentes; te agredía al por mayor; cancelaba cada vez que podía y en contadas ocasiones evidenciaba compromiso con ambos. Fue hasta el día en que me atreví de hablar sobre el abuso sexual, cuando pude contar los obstáculos que por fin había saltado y cuando también di cuenta de lo mucho que había puesto en mi camino para no avanzar.


Ese día lloraste, jamás imaginé que lo harías, no lograba entender por qué mi psicoterapeuta se permitía hacerlo… Tal vez eso lo comprendí cuando lloré con mis alumnos. Ese momento aunque incierto (para mí) fue de complicidad con ellos, los amo.


Algunos de ellos están por entrar a la secundaria, otro es subcampeón en el Gimnasia Artística… ¿Cuándo iba a hablar de ellos en cualquiera de las sesiones? / ¿Recuerdas que sólo hablaba de mi padre alcohólico y mi madre dependiente? / Me ayudaste a verbalizar cada uno de los sentimientos que iba descubriendo, fue difícil y aún hoy me resulta complicado, pero te evoco cuando me resisto a disfrutar.


Hubo un día en el que estuviste presente conmigo durante 6 horas, fue el día de mi examen de Psicología Educativa. Parafraseándote <<Diana, de que sabes, sabes. Tienes Lógica>> No te quiero atribuir mi aprobación, pero sí fue determinante tu discurso.


Siempre me comporté solemne, nunca acepté un vaso con agua. Usé las crayolas de tu hija Valeria (siempre tuve culpa) / Recuerdas que un día ella entró mientras estábamos en sesión. Supongo que me molesté (era habitual en mi), hoy lo recuerdo y me arrepiento de no haberme reído y haberle ofrecido un dulce (siempre los traigo conmigo) // Esto lo comprendí cuando uno de los engendros me interrumpió en una junta con padres y me dijo “miss Diana, miss Diana, tengo que decirte algo importante… Te amo” >> Dejé a los papás sin explicación, lo cargué y me fui a dejarlo al salón.


Ahora me resulta complicado responder a la pregunta. Creo que la mayor evidencia está en los diarios ¿me explicas el significado de los colores? / disculpa por preguntar hasta ahora, bueno ya lo había hecho en alguna ocasión. No sé si esto responde o parece ser la extensión de uno de esos diarios. Me duele ya el estómago por no saber qué decirte y cómo expresarlo.


Recurriré a las palabras aisladas que aparecen en mi cabeza Miedo, Sarcasmo, Ironía, Sensatez, Confianza , Enfado, Terquedad, Libros (Nada que ver), Música (T, Películas (Vanilla Sky) Obras de teatro ...


Hoy me arrepiento de nunca haberte saludado y de haberme despedido. Discúlpame // Nunca quise dedicarte el libro que te regalé… ¿Tengo otra oportunidad? / Encontré otro fantástico que me hizo pensar en ti… Lloré cuando leí que te habían baleado, por favor cuídate…


*******************************


Frecuentemente me pregunto:

¿He dejado de ser tu paciente?
¿Podré regresar algún día?
Cómo hablarte o escribirte…

Aprecio tu presencia en mi vida, leí lo que publicaste en el blog y más allá de sonar condescendiente apuesto a la franqueza. Hay días en los que desearía desaparecer. El viernes pasado les pregunté a los niños ¿Qué pasaría si muriera? Su respuesta fue “lloraríamos”


https://www.youtube.com/watch?v=9zOwcD6mEuk

https://www.youtube.com/watch?v=4zLfCnGVeL4



Parte 2


Hace un año aproximadamente leí una frase que decía más o menos así “la adecuada praxis en psiquiatría implica un compromiso con la parte -no técnica- del trabajo de los especialistas, es decir, un compromiso con los significados, valores y por ende con las relaciones entre los participantes”.


Debo confesar que cuando comencé a ser tu paciente traía conmigo concepciones sobre el quehacer del médico psiquiatra, creía que sólo recetaban Prozac y diagnosticaban depresión; cuando me lo recetaste confirmé la creencia. No sé cómo deben o tienen que conducirse los médicos psiquiatras. Sin embargo, tuve la oportunidad de conocerte.


Soy fiel a un estilo de vida, quejumbrosa y obstinada, también a una manera de decir las cosas, mordaz e incoherente. Ello refleja un poco de lo que es mi personalidad y de las facetas que adopto día a día. Vivo de complicar mi presente, así que mi llegada al consultorio no pudo haber sido de otra forma.


Era común que como paciente me preguntara ¿Por qué no tuve hermanos? ¿Por qué mis padres me reprimen tanto? ¿Por qué no tengo amigos y novio? ¿Por qué mi padre bebe tanto? ¿Por qué mi madre soporta agresiones? ¿Por qué no me muero? ¿Por qué siento envidia de los muertos? ¿Por qué…?


Con el paso de las sesiones aprendí a replantear cuestionamientos basados en el ¿para qué?; acepté que mis acciones y actitudes determinan mi presente y futuro y que más allá de quejarme de lo vivido, era preciso hacer algo en función de si deseaba mantenerlo o transformalo en una experiencia que me llevara al reconocimiento de mis fortalezas y debilidades.


Si ya era capaz de verbalizarlo, entonces era capaz de modificarlo, desecharlo y/o delegarlo. No había ganancia en seguir enganchada a situaciones para las que no tuve control y responsabilidad. La consumación de esa idea tuvo un costo alto y desgastante > ¿Quién dijo que sería fácil?


Hubo momentos gloriosos que me llevaron a decir que había dejado de apapachar a mi perfil menoscabado. No sabía el compromiso de esa declaratoria, tampoco dimensioné la capacidad yoica de esas palabras. Simplemente fue el reflejo de la toma de conciencia de mantenerme dentro de un proceso psicoterapéutico.


Mi historia familiar se guardó en un baúl, mantengo conmigo la llave y cuando deseo recordar y/o utilizar algo de ello sé que puedo hacerlo, pero también sé que ya no me pertenece como tal, así que su desuso cada día es mayor, no existe placer en continuar con el reclamo.


Ahora está la confrontación y conciliación con Diana, la mujer, la profesionista, la amiga y la pareja, ello es suficiente para complicar nuevamente mi presente. Me agrada poder decir que soy cada una de ellas, bueno, menos la última (sigo sin dejarla salir). Es confuso porque antes me presentaba como la hija de un alcohólico y de una dependiente.


En ese vendaval de reconocimiento, hoy puedo decir que mi profesión es, antes que nada una oportunidad; por estudié Psicología Educativa, las circunstancias de la vida me han colocado en lugares especiales. Va más allá de "ayudar" a alguien más, el beneficio al YO -no tiene precio-. Agradezco a quienes han coincidido conmigo en este camino.


Ahora sé que necesito de mis amigos y también sé que no tengo que cambiar cuando ellos cambian. Que para mantener y cosechar relaciones necesito socializar en contextos que me generan estrés y placer. Digerir que necesito de los demás ha significado cortar tentáculos nocivos construidos a partir de concepciones erróneas sobre cómo debo comportarme y qué puedo esperar.


Tengo un pendiente, y se reduce básicamente en coincidir con un hombre que desee compartir conmigo y así juntos construir un proyecto de vida. No sé cómo sea eso, si es posible y cómo debo actuar. Ya no pronuncio un “No puedo”, ya atravesé la época en la que los 'No puedo' significaban "No quiero". Ahora lo deseo y debo transformar el miedo.


Por años fui una desconocida de mi propio ser, y por ello hoy digo que un psiquiatra era justamente lo que necesitaba mi vida. Nunca me vi como la suicida, aunque estaba completamente muerta en vida. Sé que a lo largo de lo que me resta de camino me toparé con temores, así que debo salvaguardar la cuna que ha forjado mi capacidad de decidir, y evitar que sea la misma que ampute mi actual espíritu combativo.


También le doy crédito a esa Diana que se abraza de la fatalidad; encuentro placer en historias turbias de finales inciertos, nada esperanzadores. Fantaseo con ser Ícaro, poder volar del laberinto que yo misma he construido, para caer vertiginosamente y perderme en el mar de lo desconocido. Esa persona también soy y no hay porque anularla.


Los años y en sí la relación contigo me condujeron a dejar el fundamentalismo. No hay ganancia si veo todo en positivo y negativo. Ya no estoy casada con el bien y el mal. No debo olvidar que ahora puedo asignarle nombre a toda esa gama de sentimientos y emociones.


Día a día pacto con el presente y me recuerdo que “No todo es luz u oscuridad: La luz ciega y la oscuridad impide ver, necesitamos de ambas para poder saber dónde estamos y apreciar nuestro reflejo en los ojos del otro”. La relación entre médico y paciente pienso deberá estar basada en el reconocimiento de aquello que se refleja en el tiempo y espacio compartido. Lo pienso así porque eso fue lo que viví.


Un abrazo Aranday


*******************************


Felices los normales


Felices los normales, esos seres extraños,

Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.
Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.


Roberto Fernández Retamar

*******************************
Diana L

XXXI

Querido Dr. Aranday:


Doy gracias a Dios por haberlo conocido desde hace 10 años, ha sido para mi un médico excepcional,único, inteligente y principalmente gran ser humano,si no lo hubiera conocido que sería de mi y de mi hijo,nos a curado con su conocimiento y sabiduría , Se que mis problemas de salud (bipolar y cáncer) me han dado fortaleza para seguir luchando y no rendirme Usted me ha apoyado en mis peores momentos ,ahí, ahí, ha estado como un ángel al que quiero muchísimo y admiro.


Gracias por ser como es...por ser un ejemplo a seguir.


El alivio a sido que he recibido tanto físico,moral y espiritual.


Dios lo cuide hoy y siempre como a su linda familia.

Patricia


XXXII

Félix Aranday Cortés ha sido para mi un padre, un amigo, un mentor y un excelente médico. Cuando nos conocimos yo tenía muchos problemas en aquel entonces, consumía estupefacientes, era rebelde, incrédulo, pero Félix me fue puliendo con el paso del tiempo, yo no pensé que mi vida podría cambiar tan rápido, en un abrir y cerrar de ojos.


Transformo mi vida en un abrir y cerrar de ojos, cambiando desde el lugar en donde estaba viviendo hasta las personas con las que convivía, esto fue un cambio muy fuerte en mi vida, me enseño a madurar bastante, aprendí el valor de las cosas que realmente importan, estuve tan abajo, que ahorita valoro más las cosas que muchas personas que conozco.


Me ha demostrado que el esfuerzo y la dedicación son el pilar de los sueños y que no hay por que dejar de luchar por ellos, que aún cuando mas obscuro parece el panorama es cuando más hay que luchar por las cosas porque es señal que esta a punto de amanecer.


En estos años que llevo de conocerlo no solamente lo he visto como psiquiatra, también como padre.


En las consultas no sentía que hablaba con un doctor, sentía que hablaba con un muy buen amigo que se asemeja bastante a algo parecido como un padre, puedo sentir su estima en la forma en la que me dice las cosas y como se preocupa por mi, eso yo creo que es pieza fundamental en todo esto, ya que precisamente por el echo de ver como se preocupaba por mi me hizo darme cuenta que alguien creía en mi potencial y que podía cambiar, situación que me llevo a transformar mi vida en un sentido radical, le dio una vuelta de 360 °, ha sido un guía en el camino el cual no me ha dejado atras, siempre esta para apoyarme.


Gracias por todo Félix, feliz cumpleaños amigo, una disculpa por la tardanza pero la verdad es que soy malisimo para escribir este tipo de cosas, te mando un abrazo enorme, no hace falta decirte que te estimo mucho. Cuidate!

José Luis B

XXXIII

No veo exageración si digo aquí que el Doctor Félix me ayudó a salvar mi vida, justo en el momento en que, inminente, la muerte, sin duda estaba a unos pasos de mí.


Aquel domingo por la tarde fui acompañado por mis padres para ser internado en la clínica para intentar iniciar el proceso de rehabilitación por abuso de alcohol y drogas. Esa noche, después de una larga entrevista con el residente de guardia, fui ingresado y hospedado en la enfermería para recibir suero y pasar allí la noche.


Al cruzar la puerta hacia el interior de la clínica no es que me sintiera bien ni mal, solo me sentí aliviado momentáneamente de algo. Dormí es noche en la enfermería y descansé como hacía mucho tiempo no lograba descansar.


A la mañana siguiente me asignaron habitación, cuidador, programa de terapias y todas esas cosas que hacen en clínicas del estilo.


Nada cambiaba mi estado de ánimo: me sentía triste, tranquilo pero muy triste. Había perdido algo en el camino de los últimos años de vida y no lograba saber ni siquiera que era.


Me sentía con algo muy dolido dentro de mí, tenía ganas de arrodillarme al pie de mi cama, inclinarme sobre el colchón y llorar hasta que me desahogara de todo eso, o hasta que me agotara por lo menos… y creo que hasta lo hice esa primera noche y/o alguna otra de las primeras. Me sentía perdido, con el corazón roto por un desamor conmigo mismo, estaba sin fuerzas ni siquiera para sufrirlo, pero mi situación era “estable”, ja. El término mismo suena como una burla y dice muy poco del estado real del individuo al que se le aplica.


Pasó la primera semana con terapias, compañeros, juntas, desayuno comida y cena, horario para ejercicio, medicinas, etc. Por lo menos no tenía ansiedad de consumo: o bien ya estaba en el fondo, o por lo pronto me sentía tan débil que ni fuerza para desearlo.


El jefe de la unidad se fue de vacaciones y empecé a desayunar sesión y cigarro con el doctor Félix. De pronto ya íbamos por la segunda semana con esas sesiones. Empecé a escribir cosas, a hacerla de pedo, sostener la pregunta (de algo) durante el día, elaborar respuestas o argumentos para la sesión del día siguiente… en realidad no me di cuenta en que momento volví a experimentar el correr de la sangre en mis venas, pero fue durante esos días.


Algunas fueron como terapias de electrochoques, pero unas semanas más tarde (solo 8 en total) salí del lugar con una idea mucho más constituida de lo que haría en cuanto a mi trabajo, residencia y relaciones en esas primeras semanas. Durante ese tiempo habíamos alcanzado a elaborar un plan de rehabilitación (o de reinserción) a seis meses, el cual me permitió salir más confiado de que “sí podría”, que sí podría vivir la vida cotidiana sin tener que volver al consumo de sustancias, que sí podría empezar poco a poco hacer las cosas que tenía planeado, y que no estaba solo ni tendría que recurrir a mis métodos de seducción para no estarlo. Esta era la primera vez que veía la oportunidad para relacionarme con otro yo. Y eso fue a penas el comienzo de esta relación tan trascendente la cual me ha cambiado la vida, y de la cual compartiré en estas líneas algunos pormenores.
Félix HM


XXXIV


Su trabajo en mi vida significa cercanía, familiaridad, continuidad de experiencias comunitarias, calidez humana, cuidados meticulosos, interés, definido por mi crecimiento y mejoría enmedio de mis luchas personales.
Esteban.


XXXV

Félix


Ese hombre de gran controversia, donde algunos lo temen otros lo odian y muchos lo aman, pero nunca te será indiferente, ese hombre q por muchos años fue un misterio el cual no dejaba ver lo q sentía, ni nada de su vida personal, hasta q un día algo paso en el y decidió pertenecer a la raza humana y demostrar q sentía, comía y respiraba el mismo aire q el resto de la humanidad.


Yo, Salette paciente del reconocido y poco ortodoxo el psiquiatra Dr Felix Aranday, famoso entre mis conocidos, varios de mis amigos pacientes de el.


A lo largo de varios años ha sido en repetidas ocasiones el tema principal de horas de conversación. Recuerdo muy bien un(a) paciente, que me decía q conocer a felix ha sido crucial en su vida porque cambio su forma de percibir el mundo, lo(a) ayudo a ser independiente y q al día de hoy lo consideraba una de las personas mas importantes en su vida, incluso literalmente decía q de haberlo conocido antes su vida seguramente hubiera sido otra. Otros (as) sin dudar decían riéndose jaja eres otro proyecto aranday, otras mas lo sentían como un padre, la figura q representaba al hombre alfa, "al protector, al varón, al justo e inclusive al injusto" incluso algunas llegaron a enamorarse de el jaja mas de una diría yo.


Sabio,  Caprichoso,  Humano,  Berrinchudo,  Leal, Comprometido,  Fugaz,  Transparente, Manipulador profesional "dicen algunos "


Todo un divergente diría yo.


Félix es como un huracán unas veces te da calma tanta q apacigua todos tus sentimientos pero otras te mueve al borde de una catástrofe imparable. Sus palabras cada una dejan huella, te penetran mas aya de la mente inclusive del alma, para sanar, para herir, para mover, para construir, para destruir. Según sea el caso, el tratamiento y plan.


Ese hombre q tiene la capacidad de hacerte sentir especial y única y hacerte ver las habilidades y herramientas con las q cuentas para lograr tus objetivos, así como también te hará ver tus errores sin titubear ni diluir el sentido de lo equivocado.


Ese hombre, esa mente llena de sabiduría es Félix.


En lo particular,  ahora si hablo por mi, y para ti, recuerdo muy bien la primera consulta, yo venia ya advertida por varios conocidos en común, pacientes y no pacientes q eras bastante rudo pero efectivo y en otras opiniones q eras peligroso porque manipulabas la mente para q uno hiciera las cosas q considerabas convenientes aun q mi idea original fuera contraria.


Jaja eso me encanto, me revienta la gente ordinaria porque de ahí no aprendo, no me mueve, no me deja nada y pensé vamos a ver si toda esa hermosura q me dicen existe, vamos a ver q puedo exprimir de este hombre veamos q me da. Un reto, alguien a quien leer y descifrar Wow jaja.


La verdad es q venia destrozada, agotada mi alma estaba en pedacitos muy pequeños y dolía, dolía mucho tanto q de mi cuerpo ya no salían lagrimas porque el dolor q sentía tenia una dimensión diferente, mi mente ya no lo percibir, hasta cuando respiraba profundamente me dolía el pecho de tristeza, ya no vivía!!! actuaba en automático.


Así llegue, y q me encuentro? Upps a ti Félix ARANDAY con esa energía, fuerza interna capaz de armar con sabiduría y paciencia todos estos pedazos uno a uno para ser reparados y poder hacer una figura nueva y diferente. Pero si en algún momento pensé q esto seria con apapacho y amor jaja palabras cariñosas y demás cosas q había recibido de otros y otras terapeutas nooooo estaba equivocada jajajajaja fue a puro chingadazo y mentada de madre, q risa pero es cierto "perdón Félix" pero así fue, los gestos de cariño venían en esta peculiar forma de tratarme y me encanto pq lo sentí más profundo q un tradicional gesto de amor jaja por eso digo q eres cero ortodoxo, porque te pasas a froid por el arco del triunfo, dos veces jaja me das tu opinión y nada de q a travez de preguntas haces reaccionar al paciente, " noo" me lo dices de frente, no pierdes el tiempo, si estoy mal, sin protocolo me lo dices y si voy bien también me lo dices todo de frente. Y también si necesito de ti ahí esta sin reglas, sin protocolos aunque la ciencia diga q el terapeuta, el psiquiatra no debe de pasar de cierto punto porque es poco profesional, tú estarás ahí y eso es, lo q te hace diferente.


Quiero que me diga Freud como le va a hacer , q va a hacer con todo mi yo, hablándome desde un sillón y sin poderlo ver a la cara, q me haga sentir escuchada y hasta querida, porque a lo mejor estoy tan sola q lo único q hago todo el día es hablar conmigo misma y encima q me pidan q hable al techo como si ese pedazo de concreto me mirara y me escuchara!!! y si fuera así, ya lo he hecho miles de veces en mi cama jaja mi techo ya se sabe toda la historia jaja me ha visto llorar morir y renacer para volver a morir, hasta escribirlo me da coraje y respeto a sus seguidores pero q no mamen no?


Lo q necesito es la cercanía, el coraje la energía de otro humano q estará ahí ayudándome e involucrándose a pesar de q en el mundo de la psicología no es correcto "dicen", tiene un nombre al menos hasta ahora el único q describe todo lo q dije !!!! Y eres tu, Félix, Freud me haría hablar en 45 y se termino y ni una palabra, ni una mirada de apoyo y al sonar el reloj se pararía y amablemente me abriría la puerta para q yo sacara toda mi humanidad con todos mis problemas a la chingada hasta la siguiente consulta. Y contigo es diferente, hasta hora y media has estado acompañándome para tratar de arreglar mi mundo y la técnica mientras tanto jaja escalas para el paciente q espera jaja Pero es parte de ser una salette del proyecto aranday, hacer volar a los alacranes, si tu logo jaja genial, creo q ya lo lograste me enseñaste a volar y a darme cuenta q tengo alas y q puedo ir tan lejos como yo decida.


En tan poco tiempo, tengo tantos recuerdos en los q he llorado y reído inclusive me divertido mucho al compartir contigo tu peculiar sentido del humor negro muy negro, igualito al mío jaja.


Por ultimo quiero escribirte que el q estés cerca de mi de manera incondicional," como cuando me enferme y te la pasaste investigando q tenía, ya q no había un doctor brillante q me pudiera atender, como cuando me ayudaste con el tema particual de mi hijo, como cuando me defendiste de mi ex pareja, como lo hubiera hecho un padre, o un hermano", estos actos no tienen palabras para describir lo q significaron en mi vida y la seguridad q me dieron de saber q no me encuentro solita en este mundo, q si hay alguien q tiene las agallas de ser diferente de comprometerse e involucrarse aunque esto signifique mas tiempo y esfuerzo q simplemente atenderme superficialmente como cualquier otro psiquiatra lo hubiera hecho.


Gracias por ser un doctor honorable uff pensé q ya no existían, por ser comprometido, por involucrarte por ser todo tu, porque me da la esperanza de q hay otro tipo de humanos q no pensé existieran.


Con cariño.

Salette



XXXVI

Un gran trabajo! No solo mío sino tuyo también, porque sin ti no lo hubiera logrado.


Es muy difícil plasmar en palabras lo que tu significas en mi vida, lo que si tengo clarísimo es que si no fuera gracias al trabajo que hemos realizado juntos no sería la mujer que soy hoy, no tendría el regalo más hermoso que tengo, mi hijo, porque con tu ayuda entendí lo importante que era para mí el ser madre. 

Siempre, en cada momento en el que he sentido que no puedo más, que ya no tengo fuerzas para nada, tú has sido el que me ha ayudado a salir, nunca voy a olvidar el velorio de mi papá en el que sin dudarlo te presentaste y tu sola presencia me recordó que yo podía con eso y más.

Cuando supe que estaba embarazada y moría de miedo sabía que con solo llamarte iba a encontrar tranquilidad… y así fue.

Para mi eres Esperanza, tranquilidad, luz en el camino, trabajo duro, emocional y mental, alguien que nunca me ha dejado caer, rudo cuando es necesario, pero también empático, comprensivo y cariñoso.

No me alcanzan las palabras para expresar lo importante que eres en mi vida, el gran cariño y admiración que siento por ti.

Y definitivamente nunca me va a alcanzar la vida para agradecerte todos estos años de apoyo, comprensión, análisis, enojos, risas, llanto, cariño, etc…

Gracias por ser, por existir, por haber decidido dedicarte a lo que te dedicas, por haberte cruzado en mi camino pero sobre todo por continuar formando parte de esta gran aventura llamada vida.

Feliz Cumpleaños!! Te quiero.
Fabiola



XXXVII

Llego a una institución pública psiquiátrica, por mis propios pies, al servicio de urgencias. Me toman los signos vitales, y me atiende un “amable” y burlón doctor, me pregunta cuando fue mi último consumo y le respondo que fue el fin de semana anterior, ese día era lunes.


Me cuestiona que fue lo que consumí y le respondo que dos tachas, alcohol, marihuana y tabaco. Me pregunta si es que me considero adicta y yo lo niego, no por que evite la etiqueta, sino porque realmente no me considero así, él se burla y me dice que si consumir todo eso… no es de alguien adicto… yo guardo silencio. Él, “amablemente” me refiere a la especialidad de adicciones. Tengo que acudir al siguiente día.

Yo en realidad acudo a la institución porque he tenido una seria depresión desde hace más de 4 meses, hace ya dos años que me han diagnosticado con distimia. En este periodo ya ni las drogas me satisfacen, he entendido mi vida como un continuo que no tiene un sentido como tal y no quiero seguir, así pues, me considero alguien que merece más que llorar, no salir de casa y no tener ni un peso en la bolsa.

Es ahí cuando conozco al Doctor Aranday, fue un martes… noviembre creo…

Estoy sentada en la sala de espera, viendo a personas que según mi juicio están mucho peor que yo, bueno por lo menos a simple vista así los percibo. El primero que me asusta es un chico como de 19 años que ya no coordina muy bien sus movimientos, esta como ido, es gordo, moreno y muy alto, tiene una risita estúpida todo el tiempo; salen de un cubil, quiero decir de un consultorio, la madre del chico, el chico y su psiquiatra. La psiquiatra le dice que va muy bien, que está muy orgullosa de él y que hay que controlar esas cosas que pasan por la noche, la madre del chico los mira con mucha preocupación, asiente con la cabeza y le da las gracias a la terapeuta.

Desde mi lugar esa profesional terapeuta me da una gran mala espina, la percibo déspota, analítica en extremo, no me cae bien, me hace sentir incomoda. Tiene ojos pequeños como de ratón, muy obscuros, me hace sentir incomoda.

Ya he asistido con anterioridad a esa subdivisión, solo fui una vez, la psiquiatra que me atendió me empezó a hacer burla pues yo en ese entonces no compraba droga… Me pregunto que como era que la conseguía.. y por extraño que parezca yo solo se las pedía a algunos amigos, ellos me la daban sin pedir nada… era un inocente intercambio a mi parecer… aunque yo no sé qué les daba a ellos... tal vez mi compañía o compartir la droga y platicar… no sé qué obtenían exactamente de mi ellos.

Sigo esperando a que me asignen psiquiatra… espero un poco más, observando a los que igual que yo esperan, frente a mi hay una chica rubia con lentes redondos de ojos azules, que lee juventud en éxtasis, parece muy nerviosa.

Sigo esperando, odio estar en salas de espera, aunque esta vez no voy sola, lo odio de igual forma… de pronto mencionan mi nombre… sale un tipo alto, medio pasado de peso, de tez apiñonada, cabello negro peinado hacia atrás con mucho gel, con un pantalón beige viejón, creo que llevaba zapatos negros, camisa blanca, bata blanca y usa lentes de armazón metálico, ojos pequeños, llevaba una barba de candado medio crecida. Digamos que su condición fisiológica impone por sí misma.

Me siento en unas sillas que hay en el cubículo, es muy pequeño, hay un escritorio con la superficie de formaica café y patas de metal sobre este hay unas agendas, su laptop, donde lo primero que veo es su tapiz de escritorio y me parece interesante, hay unos recetarios y unos expedientes, también unos sellos. En el fondo del cubículo, si se puede decir así, hay un archivero beige de metal, en la pared derecha hay un poster donde se ilustra algunas funciones cerebrales con imágenes como de infrarrojos, en la izquierda hay una ventana desde donde se ven los techos de las ventanas de las casas vecinas.

Él se sienta en una silla negra de vinil acolchonada y revisa las anotaciones de una hoja, pues mi expediente está perdido, hace años que deje el tratamiento psiquiátrico y me dedique a consumir drogas.

Me pregunta el por qué estoy ahí, porque he vuelto y por qué abandone el tratamiento?, para no volver a repetir esos eventos y que esta vez no deserte, le respondo, no me gusto quien me atendió la vez anterior y por eso me largue. Él de inmediato me dice que si fue porque me confrontaban y realmente no fue así, es por eso que lo niego, pero él hace un ademan de negación, supongo que no cree lo que le digo.

Le aclaro que voy por depresión, el me cuestiona que si quiero dejar las drogas y yo le respondo que no, que en ningún momento ha sido mi intención, solo quiero dejar de estar triste quiero dejar de tener miedo. Me pregunta que cual es mi miedo, a que le tengo miedo… le respondo que a todo, a la vida, a tener un trabajo, a salir a las calles, a todo.

Él solo me mira… me dice que si estoy dispuesta a hacer un compromiso de 3 meses en donde no consuma drogas, me hace una receta y me dice que nos veremos cada semana a partir de ese día.

Me parece inteligente, directo. Podría decir que me cae bien, aunque lo percibo muy mamón, pero me llama la atención porque es directo, va al grano, lo siento honesto y me llama mucho la atención, justo por eso... Desde los 16 años he acudido a terapia a los 18 tengo por primera vez tratamiento psiquiátrico y hasta hace 2 años, en ese momento, he ido con una psicóloga que me ha convencido bastante, pero se ha estancado la relación. No siento que me sirva de nada esa terapia ni esa terapeuta… porque precisamente no me confronta… o no me confronta como a mí me gustaría. En cambio él, siento que presume seguridad, y eso me llama la atención, es retador y eso me llama la atención, se ve interesado en lo que le cuento y eso me llama la atención.

Salgo de la sesión y pienso que me cago la madre que me haya dicho que huyo de la confrontación… que pienso volver a la siguiente semana. Por reto… Por un momento me olvide de que estaba deprimida…
Le Larve

No hay comentarios :