Al respecto de los eventos de alta potencialidad psicotraumática, la Dra. Leonore Terr sugiere dividir los eventos en tres categorías, tipo I, tipo II y mixto. Tipo I: el evento traumático o estresante sería único, agudo, repentino, sorpresivo e inusual y en la clínica predominarían las conductas de evitación, hipervigilancia, percepciones erróneas del recuerdo y memoria detallada del suceso. Por ejemplo, accidentes, catástrofes naturales, secuestro exprés, asaltos, etc. Tipo II: habría un largo período de exposición a situaciones traumáticas y de estrés intensas dando lugar como rasgos clínicos más relevantes a la negación, represión, disociación, anestesia corporal, fenómenos de autohipnosis, sensación de rabia y tristeza acumulada y cambios profundos y radicales en el carácter. Por ejemplo: bullying, guerras, violencia de pareja e intrafamiliar, etc. Tipo mixto: se incluirían los sujetos que tras presentar un estrés agudo, brusco, repentino (equiparables a los del tipo I), éste desencadena una situación estresante mantenida (con características similares al tipo II) y una clínica en la que destacaría como síntoma más característico la depresión. |
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jueves, 14 de marzo de 2013
Trastorno de estrés postraumático. Parte 2: Causas
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